Un estudio revela que sólo un 1,8% de los estudiantes universitarios recibe todas las clases en valenciano

Los mejores resultados se dan en la UV-EG y UJI, en tanto que en la Miguel Hernández de Elx el 97,4% asiste en castellano

Un estudio elaborado por un equipo de investigadores de las universidades públicas de la Comunitat en colaboración con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) revela que sólo un 1,8 por ciento de los estudiantes declara recibir todas las clases en valenciano y apunta como una de sus principales conclusiones que los estudiantes valenciano hablantes no tienen garantizado su derecho a recibir la docencia en esta lengua ni el profesorado dispuesto a impartirla disfruta de las condiciones necesarias para hacerlo con normalidad.

El informe está orientado a conocer los usos lingüísticos entre el profesorado, los estudiantes y el personal de administración y servicios (PAS) de las cinco universidades públicas valencianas. La presidenta de la AVL, Ascensió Figueres, y los rectores de las universidades de València-Estudi General (UV-EG), Esteban Morcillo; Alicante (UA), Ignacio Jiménez; Politécnica de Valencia (UPV), Julià Igual; y Jaume I, Vicent Climent, así como el vicerrector de Estudiantes de la Miguel Hernández de Elx (UME), Fernando Borràs, participaron hoy en la presentación del estudio en un acto celebrado en el Monasterio de San Miguel de los Reyes.

Un equipo investigador formado por cuatro profesores universitarios pertenecientes a los departamentos de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón y Sociología y Antropología Social de la Universitat de València ha sido el encargado de realizar el estudio, que lleva como título 'Els usos lingüístics a les universitats públiques valencianes' y para el que se han llevado a cabo más de 5.000 encuestas.

La investigación, dirigida por los profesores Artur Aparici y Rafael Castelló, pone de manifiesto que si se quiere avanzar en la equiparación del valenciano y el castellano en la actividad académica, las universidades "deberán reglamentar la carrera docente y planificar la creación de una plantilla de profesorado perfilada en valenciano mucho más numerosa que la actual y más homogéneamente distribuida".

Así, el estudio insta a superar la actual política lingüística basada "en la gestión y el impulso de la voluntad personal del profesorado para articular una oferta docente en valenciano" y apuesta por la elaboración de un plan de igualdad de las dos lenguas oficiales que pueda revertir progresivamente la "situación de subordinación del valenciano". Aparici afirmó que con el actual modelo "se ha llegado prácticamente al techo de donde se podía llegar" y advirtió de que sin un cambio de políticas "difícilmente se podrá ir más lejos".

Asimismo, para los autores, el actual "bilingüismo asimétrico" es una de las causas más importantes para que no se avance en la normalización del valenciano y, en esta línea, señalan que es necesaria una reglamentación institucional de apoyo a la lengua propia.

Mejores resultados en uv-

Eg y uji

El estudio especifica que la política lingüística en las cinco universidades no es homogénea ni equivalente por, entre otras razones, el origen territorial de la población de cada entidad académica, que condiciona la intensidad normalizadora del valenciano en cada una de ellas, explicó Aparici. Las dos universidades que presentan los mejores resultados son UV-EG y la UJI, con datos similares en competencias del estudiante y el profesorado, pero no entre el personal administrativo, en la que supera la castellonense, donde se exige el cumplimiento del requisito lingüístico para acceder a la plantilla.

El 53,7 por ciento de los estudiantes del sistema público universitario recibe todas las clases en castellano, mientras que el modelo de línea en valenciano, en el que todas las asignaturas son impartidas en valenciano, es prácticamente inexistente. De hecho, sólo uno 1,8 por ciento de los alumnos declara recibir todas las clases en valenciano.

Por universidades, en la de València este porcentaje se eleva al 3,8 por ciento, en tanto que en el extremo contrario se sitúa la UMH, cuyo modelo docente es "monolingüe en castellano", con un 97,4 por ciento de los estudiantes que recibe sus clases en castellano. Un 32,6 por ciento de los estudiantes de la UJI y un 34,8 por ciento de los de la UV-EG declaran recibir la mitad de sus clases o más en valenciano, porcentajes que se reducen al 5,4 por ciento de la UA, al 0,8 por ciento de la UMH y al 11,2 por ciento de la UPV. Además, en la UJI un 73,6 por ciento recibe alguna clase en valenciano y en la UV-EG son dos de cada tres estudiantes.

Asimismo, casi dos de cada tres profesores declaran no haber impartido nunca clases en valenciano. Durante el curso 2008-09 cerca de un 8 por ciento de los docentes impartía todas las clases en valenciano y un 20 por ciento aseguraba hacer "alguna clase en valenciano". Aparici llamó la atención sobre el hecho de que la oferta de cursos en valenciano es "corta" y la plantilla dispuesta a asumir esta docencia es "escasa".

Además, sólo entre el 6 y el 7 por ciento del PDI —personal docente e investigador— declara usar siempre el valenciano en sus materiales, en la pizarra, en las transparencias o en los exámenes. En la investigación, el estudio señala que el valenciano no sólo compite con el castellano como lengua vehicular oral o escrita sino que el inglés se sitúa en una posición destacada al competir con el castellano como lengua hegemónica y desplaza al valenciano hacia posiciones prácticamente testimoniales.

No obstante, un 24,8 por ciento del profesorado declara usar el valenciano en sus reuniones con mucha frecuencia, en tanto que este porcentaje se eleva al 40 por ciento en el caso del inglés. En las publicaciones, un 73,2 por ciento tiene el castellano como lengua más utilizada en su producción escrita, en tanto que el valenciano casi nunca supera el 5 por ciento como lengua preferente. En el uso administrativo, dos de cada tres PAS declara que escribe preferentemente en castellano.

El estudio, que pretende tener continuidad en el tiempo, pone de manifiesto que 9 de cada 10 personas que forman parte del estamento universitario entiende el valenciano bastante bien o correctamente, una cifra equivalente a los que dicen que saben leerlo, en tanto que la población universitaria que dice que no entiende nada el valenciano no supera el 5 por ciento. En cuanto a las competencias orales, los intercambios hablados podrían desarrollarse como mínimo en un 70 por ciento en valenciano —8 de cada 10 en los estudiantes, 7 de cada 10 en el profesorado y el 74,4 por ciento del PAS.

En la escritura, un 76,7 por ciento de los estudiantes declara saber escribir en valenciano correctamente o bastante bien, por encima del 56 por ciento de la plantilla docente. La UJI es la universidad mejor parada en este apartado, ya que el 78,2 por ciento del profesorado, el 70 por ciento del PAS y el 80,6 por ciento de los estudiantes tiene competencias en la escritura.

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