Rubén Ochandiano: "La popularidad masiva alimenta mi ansiedad"

  • El actor presentará en otoño 'Biutiful', película protagonizada por Bardem y dirigida por González Iñarritu.
  • La semana que viene presenta su primer cortometraje, 'El paraíso'; está preparando también un largometraje.
  • Asegura que si alguien como Tom Cruise le tienta, haría un filme de tiros y persecuciones: "Tendría gracia".

Fue chico Almodóvar y ahora acaba de rodar Biutiful al lado de Alejandro González Iñárritu y Javier Bardem, que se llevó un premio en Cannes. El actor Rubén Ochandiano se ha pasado este año también a la dirección: está a punto de presentar el corto El paraíso y prepara su primer largometraje, para el que ya le han dicho que sí Alberto Ammann y Geraldine Chaplin. No se le da bien estar quieto, confiesa.

¿Usted no para nunca?

Es que no se me da bien parar, me entra mucho agobio. Y tengo la suerte de meterme en cosas que me interesan, porque cuando te ofrecen proyectos que no te estimulan al final te tienes que quedar en tu casa. Estos últimos meses me ha pasado, y por eso me metí a rodar el corto, con vistas a poder dirigir un largometraje.

Los actores tienen que suplir los momentos de sequía como sea…

Pues a pesar de que disfruto estando activo y haciendo cosas, me llevo bastante bien conmigo mismo y creo que entre película y película hay que vivir, salir, enamorarse, etc., porque tal y como entiendo el trabajo, tienes que estar lleno de cosas para poder contarlas después.

¿Qué sensación le dejó rodar Biutiful?

Aún no nos han dejado verla, además de que Iñárritu, exceptuando a Javier (Bardem), sólo nos dio a los actores las secuencias que cada uno íbamos a rodar y no el guión entero. Pero la experiencia ha sido maravillosa, muy intensa y divertida. Él era muy exigente, había que estar al 200%. Tenemos mucha ilusión por presentarla.

Tener un modelo al lado como Bardem, ¿impone?

En estos casos, me pongo más mitómano y me dejo impresionar cuando estoy en mi casa esperando a que llegue el momento y mi cabeza anticipa lo que va a pasar. Entro en pánico y pienso: "No sé si voy a ser capaz…". Pero me acuerdo de que cuando llegué a ensayar con Alejandro y Javier, durante los primeros minutos no escuchaba lo que me decían, pero después mi cuerpo se puso a currar. Y es verdad que tener enfrente a alguien con tanto talento y brillantez hace que el trabajo salga solo, se alcanzan cotas de mucha entrega y generosidad.

Usted, paso a paso, también se ha hecho una larga carrera.

Es algo que planifico, pero no es tanto una cuestión de estrategia como de elegir las cosas que de verdad me gustan. Creo que nunca he hecho un trabajo puramente alimenticio, y eso hace que viva en una casa más pequeña y que no tenga la cuenta bancaria que tienen algunos amigos. Todo lo hago por amor al arte.

¿Y si le viene Tom Cruise y le ofrece un papel en la próxima de Misión Imposible?

Pues en los últimos años de mi vida también le estoy encontrando el gusto a la cosa del espectáculo. Desde que he hecho Los abrazos rotos y he ido a tantos festivales, todo eso que antes me daba pereza, como son los saraos, las fiestas, las fotos, etc., ahora creo que también puede ser estimulante. Creo que tendría mucha gracia hacer un blockbuster de tiros y persecuciones si existe la posibilidad.

¿En función de qué elige sus papeles?

Para mi lo más importante es el pack completo, pero guión y director están en el top. Y después, los compañeros, claro. Pero es que creo que es muy difícil que te llegue un buen guión, a mi me parece que escasean.

¿En España o fuera?

Te diría que aquí. Si pienso en los directores con los que más ilusión me haría trabajar, algunos son españoles, pero es que me vienen a la cabeza Lars Von Trier, Haneke y Tarantino. Aunque por ejemplo me encantaría trabajar con Mar Coll, creo que su película Tres días con la familia es lo mejor que he visto en mucho tiempo. Y me encantaría repetir con Pedro (Almodóvar) o con Icíar (Bollaín).

Usted ya es director, ¿cómo es su corto?

Nació después de que yo enviara a varias productoras el guión de un largo y alguna me dijo que sería bueno que tuviera algo de material filmado. Así que en un fin de semana escribí un corto para Toni Acosta, que es muy amiga mía, y la primera intención era hacerlo de manera muy casera. Pero lo leyó más gente, hubo quien quiso meter producción, de repente tenía pasta y al final se ha hecho en unas circunstancias muy favorables. Ha sido tan divertido y me lo he pasado tan bien… Trata de una pareja que va a comprar una casa, pero lo que se cuece en realidad es la historia de una madre, que está un tanto desequilibrada, y su hijo.

¿Y su largometraje?

Es una historia de amor y, no sé por qué, en el contexto de una familia un poco desecha y disfuncional. Siempre me salen padres un poco enfermos, supongo que uno se nutre de lo que ha vivido. Tengo ya cartas de compromiso de Alberto Ammann y Geraldine Chaplin, entre otros, y estamos hablando con Daniel Brühl; parece que la cosa está en marcha.

Qué bueno es tener amigos…

Me siento querido, aunque eso de tener amigos como hermanos en la profesión es un lugar común, se tienen pocos. Pero me llevo bien con casi todo el mundo.

Ha hecho televisión, ¿qué tiene de bueno y de malo?

En este momento de  mi vida me apetece bastante volver a hacer televisión, precisamente por la rutina que tiene. En cine vas sobrado de tiempo para estudiar el personaje, pero en televisión tienes que levantarte todos los días a las 7 y resolver las cosas, al fin y al cabo es lo que hace la mayoría de la gente. Y también ofrece una estabilidad económica, que está muy bien. Lo peor es encontrar cosas que tengan calidad; y por otro lado está la popularidad masiva, que alimenta mi ansiedad.

Siempre le recordarán por Al salir de clase

Es un icono, lo flipo. Voy con gente de la serie por la calle, como Pilar López de Ayala, y me la nombran. ¡Hace ya doce años!

Ha estudiado danza y canto, ¿los practica?

Hasta hace pocos años, daba clase de danza contemporánea porque me viene muy bien para la cabeza, y porque detesto el gimnasio. He tenido la oportunidad de ponerla en práctica en el teatro, porque suelo hacer un trabajo físico. Pero cantar, canto fatal, no me dio la naturaleza ese don...

Aquí existe menos ese concepto de artista total, como en EE UU.

Quizá no, yo he visto a Meryl Streep en Nueva York haciendo teatro y canta genial, pero también actúa y baila muy bien. Tienen talento para todo. Además allí tienen esa cosa de creerse y hacerse creer que pueden: el sueño americano.

Pero sí escuchará música...

Me encanta, aunque soy un poco indocumentado. De nombres no sé mucho, pero por ejemplo el otro día escuchaba algo precioso y me contaron que se trataba de una chica que está muy de moda que se llama Melody Gardot. Ahora estoy muy con ella, pero me gustan también Lisa Ekdahl, el flamenco, etc. Y la música de los 60 y 70. Menos la electrónica, me gusta casi todo.

¿Recuerda cómo empezó su carrera?

Con 14 años conseguí que mis padres me dejaran ir a tomar clases de teatro para adolescentes en una escuela que se llama Cuarta pared. Con 15 me cogieron para una obra en el Festival de Otoño. Y después hice un par de capítulos de Médico de familia y de A las 11 en casa. Cumplí 18 rodando Flores de otro mundo, de Icíar.

¿Y sus estudios?

Tengo que reconocer que era mal estudiante, era muy rebelde. Suspendía todas, pero lo que quería era que me dejaran estudiar teatro y danza. Me costó pero convencí a mis padres, y ahora están muy contentos…

BIO. Nació en Madrid en 1980. Estudió teatro y se ha formado en danza y canto. Hizo papeles para televisión en series como Médico de familia o Al salir de clase. Sus últimos papeles han sido en películas como Los abrazos rotos, Tapas o Biutiful y en obras como Don Carlos. Fue candidato a un Goya en 2001 por Silencio Roto, de Montxo Armendáriz. Ahora se estrena como director.

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