Los ganadores fueron escogidos entre un total de 139 textos presentados a esta convocatoria por un jurado integrado por reconocidos profesores y escritores, como Juan José Delgado, Mariano Vega Luque, Rafael Fernández Hernández, Humberto Hernández y María Belén Castro Morales.

El primer premio tiene una dotación de 2.000 euros, mientras que el segundo asciende a 1.000 euros. Ambos autores verán publicadas además sus obras dentro de un volumen editado por el Servicio de Publicaciones de la Obra Social de la entidad de ahorro.

El autor del mejor relato de esta última edición del certamen es Pedro Luis Flores del Rosario, nacido en Las Palmas de Gran Canaria en el año 1968 y ganador de numerosos premios de poesía como el 'Pedro García Cabrera' también de CajaCanarias, o los prestigiosos 'Tomás Morales', 'Ciudad de Las Palmas' y 'Jaime Gil de Biedma', además de haber obtenido el segundo premio del 'Fray Luis de León', así como el 'Domingo Velázquez' de narrativa.

Flores del Rosario ha publicado numerosos libros de poesía, entre los que se encuentran 'Simple condicional', 'Memorial del olvido', Diario del hombre lobo', 'La poética del fakir' (Premio 'Pedro García Cabrera' de CajaCanarias), 'Fieras sin música' o 'En los planes de nadie'. Su producción narrativa incluye 'Capitanes de azucar', 'La verdad no importa', 'El país del viento' y 'Cabeza de rata'.

En su relato titulado 'Onironauta', relata la historia de una persona que cada noche sueña como muere, una y otra vez, a manos de un guerrero medieval en el campo de batalla. El protagonista decide llamar a un anuncio del periódico en el que se asegura que es capaz de acabar con las pesadillas.

Segundo premio y accésit

La autora del relato galardonado con el segundo premio del 'Isaac de Vega' de CajaCanarias es Yolanda Gómez Acosta, nacida en Santa cruz de La Palma en 1983, licenciada en Historia del Arte y estudiante del último curso de Periodismo en la Universidad de La Laguna.

El relato, titulado 'El anticuario', narra la breve visita de una mujer fotógrafo, Valentina, a quien le cambia el modo de ver la vida tras realizar una visita a un anticuario y fotografiar a su propietario. Valentina encontrará en aquel lugar la esencia y el motivo por el que una vez decidió dedicar su vida a la fotografía como profesión.

En esta edición, el jurado también acordó distinguir con accésit los relatos 'Breve encuentro', de Maximiliano Crespo Naón' y 'Pequeña farsa perceptual perpetua', de Gustavo Adolfo Reneses Pardellas'.