Literatura sin papeles

No hablamos sobre libros electrónicos ni nuevos mecanismos de lectura; tampoco sobre literatura digital ni formas diferentes de abordar la escritura, mezclada o no con otras artes. Te presentamos a escritores, editores y críticos que lo hacen como siempre, pero de otra manera.
Literatura sin papeles
Literatura sin papeles
Henar de Pedro
Literatura sin papeles

En 2009 y en España se editaron más de setenta mil libros. Uno lo firmó Samuel Rodríguez, cuyo nick titulaba su blog (http://eldetectiveamaestrado.blogspot.com) y su obra: El detective amaestrado. «El blog empezó siendo una manera de escribir hacia otros, de tomarme una cerveza a solas mirando el mar en una terraza. La única premisa consistía en contar lo que pasaba por mi cabeza, barnizándolo un poco. Hacerlo en público tenía más bien que ver con lo de arrinconar la pereza». Esa disciplina le impuso el ritmo «de una entrada diaria», que luego «se fue espaciando». «Me enfrentaba a la escritura partiendo de una idea, una palabra, una frase. En un principio, el autor y el sujeto se parecían mucho. Empecé a jugar con la idea de un álter ego, el detective. Me gustaba jugar con las palabras, darles la vuelta y poner en boca de otro determinadas frases e ideas».

Samuel avivaba su bitácora por el gusto de escribir y compartirlo. «La idea de contactar con la editorial surgió de otros. Mi hermana lo pasó a un formato adecuado y algunos amigos me animaron a moverlo. Había oído que publicar era muy difícil, y tampoco estaba muy convencido de que aquello funcionara fuera de la Red. Al poco tiempo me llamó la editora de Idea. Sigue pareciéndome un milagro».

Gracias a El detective amaestrado conoció a «personas con inquietudes parecidas», y accedió al mundo de los escritores con ISBN: «Desde entonces he hecho un par de presentaciones, algún encuentro con autor...». Pregunta obligada: ¿qué versión se lee más? «Algunas entradas llegaron a tener más de cien comentarios. Notaba que el público crecía; me motivaba bastante. Después de cerrarlo expliqué lo del libro. Aún hoy aparece gente que comenta, y que lo lee. Creo que también ha habido gente interesada y se han molestado en adquirir un ejemplar».

Muchos editores consideran que, aireado en la Red, deja de ser inédito: el Premio Ribera del Duero, convocado por la Denominación de Origen y Páginas de Espuma, equipara Internet con libros y revistas. Eduardo Estévez logró en 2008 el González Garcés con Construcións (http://enconstrucion.blogspot.com). Colgaba el borrador del poema y lo discutía con sus lectores, algo similar a lo que ha hecho Jesús Llorente, escritor y responsable de Acuarela Discos, en Ensayando una mueca (http://ensayando-una-mueca.blogspot.com). Pese a que Estévez jamás divulgó las versiones definitivas, el finalista consideró que vulneraba las bases y recurrió el fallo; el jurado le retiró el premio.

Escribiendo sin papeles

David González ha escogido un significativo subtítulo para La manera de recogerse el pelo (http://lasmanerasderecogerseelpelo.blogspot.com), antología recién editada por Bartleby: Generación blogger, nuevas poetas de cuya obra poco saben los impresores, pero sí mucho los internautas. La más joven, Silvia Oviedo, utiliza Internet «desde que existe». «Cuando aparecieron los blogs me abrí uno personal, y en 2005 decidí ir colgando textos que había ido almacenando. No conocía muchos similares». Silvia distingue entre los poemas que muestra en Internet y los que destinará al papel. Unos los escribe directamente en el editor del blog y otros en una libreta. «En el blog soy más profesional, mientras que en la libreta me suelto más, experimento fórmulas de las que aún no estoy muy convencida. Para mí el blog es similar al portfolio de un dibujante, mientras que en la libreta doy rienda suelta a la imaginación».

También Silvia ha logrado, blog mediante, acceder a publicaciones y lecturas. Así contactó con ella David González, «me hacen entrevistas y me leen en más lugares, me han republicado en otros blogs o me han invitado a recitales... Para un poeta es buena idea tener un blog». Al trabajar en marketing on line prefiere dejar su blog como una «pequeña parcela privada», por lo que no puede precisar si la publicación de sus textos ha aumentado las visitas. «Prefiero que me lean tres personas y reciban un impacto con mi poesía», y puntualiza: «Los comentarios cada vez vienen de lugares más lejanos. Antes me movía en un círculo madrileño, y ahora llegan desde muchos otros puntos de España e incluso de Latinoamérica».

Editando sin papeles

Internet es el gran aliado de las editoriales independientes. José de la Rosa es uno de los editores de la sevillana La Máquina China. «La editorial se crea en 2004 como modelo de negocio editorial basado en Internet. Sin embargo, lo entendimos todo mal: vimos Internet como fin, no como herramienta. Por cada título en papel generábamos una web donde los contenidos se ampliaban: nuevos capítulos, información sobre el momento histórico de la novela, recetas de cocina, patrones de vestuario de la época, foros... A finales de 2005 no nos iba bien. Habíamos ganado varios premios nacionales e internacionales por la idea, pero los números no salían: apenas un 20% de nuestros lectores entraban en las webs. Tuvimos que plantearnos si cerrar o reinventar la editorial. Hicimos lo segundo».

A José y su socio no les convencía el porcentaje que correspondía a la distribuidora, las pérdidas por devoluciones, las luchas por acceder a las librerías y resistir en ellas, y los nulos beneficios para ellos y sus autores. Se convirtieron «no en vendedores de libros, sino en gestores de contenidos». Cada título aparece en cuatro formatos, con precios diferentes: trade, bolsillo, e-book y audiodescrito. Ofrecen descuentos por comprar en web y de manera anticipada, contactan ellos mismos con las librerías gracias a su página, reinventan la promoción y el vínculo con los escritores. «Trabajamos con comunidades on line, y así descubrimos muchas firmas. Detectamos una gran demanda en el subgénero romántico de autoras de habla hispana, pero se necesitaba formación, por lo que creamos un taller a distancia. Casi la mitad ha publicado en sellos de prestigio». Internet, pues, como vivero. Para José, la ventaja es doble: «Está sirviendo para localizar nuevos autores, y es un medio estupendo para hacernos ver».

Reseñando sin papeles

Los libros se escriben, se editan, se leen. Los tres Tipos Infames los critican: primero en Soitu.es, hoy en su propio espacio, su buen gusto les ha granjeado una legión de seguidores. «Nuestra colaboración surgió de forma natural. No contaban con un espacio destinado a los libros, y les propusimos encargarnos nosotros con un tono desenfadado, despertando la curiosidad por títulos de calidad no siempre fáciles de encontrar». Tratan «de estar al día de las novedades, paseando entre ordenadas pirámides de libros, rebuscando entre los catálogos de las librerías de lance y curioseando entre las diferentes publicaciones dedicadas a libros: suplementos culturales, revistas especializadas, Internet...».

Iniciativas como las de Tipos Infames compensan los límites de la prensa cultural. «Los suplementos literarios —opinan los Tipos— son sólo uno de los muchos medios para tratar de estar al día de las publicaciones, pero que sea el recurso más extendido no lo convierte en el mejor. En muchos casos es sensiblemente partidista. No todos y no siempre; hay que leer con curiosidad, criterio y tijeras. En ese sentido, los blogs permiten extender el campo de batalla y cartografiar aquellos fenómenos literarios emergentes, invisibles durante bastante tiempo para algunos medios tradicionales; plantear si la editorial con mayor presupuesto para marketing, y mayor visibilidad en grandes cadenas, es la que mejores libros publica».

Igual que todo está en los libros, todo está en la pantalla: se cuelgan textos de calidad, las editoriales informan, las librerías sirven a golpe de clic. «Hay que saber buscar y tratar de que te encuentren. Siempre habrá lectores con ciertos gustos similares a los tuyos, pero cómo lograrán llegar ellos a ti, o tú a ellos... El blog nos ha permitido contactar con algún lector despistado que lee nuestras recomendaciones, va a una librería y compra la novela en cuestión, y nos ha puesto también en contacto con editores y distribuidores con los que queremos contar en nuestro proyecto de librería: somos indispensables para el otro a partes iguales».

Los Tipos preparan la apertura en Madrid (c/ San Joaquín, 3; junto a Tribunal) de su tienda de libros y vinos, que compartirá nombre con su plataforma virtual. Por su parte, La Máquina China continúa generando libros en papel. Samuel Rodríguez zanjó su etapa bloguera al comenzar la impresa, y Silvia Oviedo multiplica (aún más) sus lectores al aparecer en libro. Desde luego, existe la literatura sin papeles. Y sin embargo...

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