Tras este veredicto, será la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria la que deberá fijar la cantidad exacta de la pena. El Ministerio Fiscal pide 17 años de prisión y una indemnización de 150.000 euros, y la defensa plantea que la condena sea por el mínimo posible para un asesinato, es decir, 15 años.

El jurado rechaza así la versión del acusado de que en realidad actuó en defensa propia ante el ataque de la víctima, a quien además trató de atribuir la posesión del arma.

Los miembros del jurado han considerado probado, por unanimidad, que el acusado es culpable de la muerte de la víctima, y también, en este caso por siete votos frente a dos, que lo hizo con un ataque "repentino, inesperado y sorpresivo", que "impidió a la víctima cualquier maniobra de defensa", circunstancias que convierten la muerte en un asesinato.

Además, han rechazado por unanimidad que el condenado estuviera tomando copas y cocaína con el fallecido y su pareja esa noche, y, también que los tres abandonaran juntos el local, como sostuvo D.R.A. en su declaración. De hecho, los miembros del Jurado recuerdan que el propio acusado, de nacionalidad dominicana, dijo que iba detrás de ellos.

Y también creen probado, igualmente por unanimidad, que el acusado llevaba encima, escondido, un cuchillo de entre quince y veinte centímetros de longitud y dos centímetros de anchura de hoja, arma que concuerda con la descripción que de las heridas realizaron los médicos forenses.

El Jurado, por tanto, establece que el condenado atacó, por razones que no constan, a la víctima, esgrimiendo el cuchillo para, sin que este se lo esperara, de forma súbita y sabiendo que no iba a encontrar respuesta ante la rapidez de la acción y su estado de embriaguez.

D.R.A. le asestó una puñalada en el costado izquierdo, que penetró en la cavidad torácica y llegó al corazón, dañando también al pulmón y provocándole la muerte. Tras el ataque, se marchó del lugar y se deshizo del cuchillo, permaneciendo durante nueve días en paradero desconocido.

Rechazan , en consecuencia, que se produjera una discusión y que el cuchillo lo llevara encima la propia víctima, como dijo el acusado, que en su declaración el primer día sostuvo que actuó "en defensa de su vida" al verse atacado por el joven.