En un primer momento, la Policía detuvo a A.V.G., quien había recibido el paquete, que, una vez aprehendido, resultó contener cincuenta bellotas de hachís con un peso de 513 gramos. Posteriormente, se detuvo a F.A., la persona que le había entregado la droga, y, con la preceptiva autorización judicial, se llevó a cabo el registro de su domicilio, en el Paseo de Zorrilla, donde fueron intervenidos diversos objetos.

Esta actuación policial se enmarca en la Operación 'Correcaminos', que desarrolla el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Valladolid con el fin de detectar el tráfico de drogas en los barrios de la capital, y arrancó, cuando, después de las oportunas vigilancias y seguimientos, se logró identificar a A.B., que utilizaba dos vehículos para realizar ventas de sustancias estupefacientes en toda la ciudad, y a F.A., uno de los detenidos, que actuaba de intermediario en las transacciones.