La frutería es el único pequeño comercio que está en auge en Madrid pese a la crisis

  • Desde hace dos años crecen a un ritmo de un 10% anual.
  • Los madrileños comen un 11,7% más de fruta y verdura.
  • Regentadas por extranjeros, abren casi hasta la media noche.
Escaparate de frutas, en la tienda Gold Gourmet.
Escaparate de frutas, en la tienda Gold Gourmet.
J. PARIS
Escaparate de frutas, en la tienda Gold Gourmet.

Están por todas partes. Desde hace poco, los madrileños se encuentran cada vez más con pequeñas fruterías en su barrio. Las hay de todo tipo: exóticas, delicatessen, singulares, de grandes mayoristas..., pero una cosa es segura: han tomado la ciudad, y se van a quedar ahí por mucho tiempo.

De hecho, es el único pequeño comercio que resiste en tiempos de crisis. Incluso han aumentado. Desde hace dos años vienen creciendo a un ritmo del 10% anual, según estimaciones de Cecoma (Confederación de Empresarios Minoristas de Madrid) y Adefruta (Asociación de Empresarios Detallistas de Fruta de Madrid), unas 400 por temporada (en la comunidad hay más de 4.000).

Estos datos contrastan con el resto de tiendas de barrio de la región, 7.000 de las cuales cerraron en los últimos doce meses, dejando en la calle a 14.000 personas. "La mayoría de los que se deciden a abrir una tienda de fruta son inmigrantes: chinos, pakistaníes, bangladesíes... Saben que es una gran oportunidad de negocio, porque consiguen beneficios rápidos y el coste de montar una es menor que una carnicería o una tienda de ropa, que necesitan más equipación", explica Ricardo Lage, secretario general de Cecoma.

Más horas abiertas

Pero ¿por qué dan más beneficios este tipo de tiendas que les permita hacer frente incluso a las grandes superficies comerciales? Según Alejandro González, gerente de Adefruta, estas tiendas de inmigrantes tienen mayor disposición horaria que el resto. "Abren hasta casi la medianoche, y están más cerca del domicilio que un centro comercial", apostilla.

Aunque hay otro factor a tener en cuenta. Es "la vuelta del sabor", como lo denomina Luis Pacheco, director de la frutería Gold Gourmet. "La gente se preocupa mucho de la calidad de lo que consume, de los beneficios para la salud". Aquí, la fruta tiene la partida ganada, puesto que se trata de un producto que mejora si se compra fresco y con el asesoramiento de un vendedor de confianza.

Es más, los madrileños consumen un 11, 7% más de frutas, verduras y hortalizas que la media española, según un estudio de Mercasa (mercados mayoristas de España) realizado con datos del Ministerio de Medio Ambiente. El mismo informe destaca que cada ciudadano de la región se gasta una media de 1.500 euros en alimentación al año, de los que 146 se destinan a frutas, sólo por detrás de la carne (360 euros) y el pescado (212,4 euros).

Dime qué fruta comes y te diré quién eres

Frutas exóticas. Kumquat o naranjas de la china: Empezaron a venir con la inmigración, que la demandaba para sus platos tradicionales. Se utilizan para la repostería (como las naranjas de la china) o para zumos y batidos (maracuyá, fruta de la pasión...). Destacan el dulce sabor de frutos tropicales como el rambután o la pitayha.
Bayas y frutas del bosque. Fresitas de Aranjuez: Moras, frambuesas, arándanos, fresitas de Aranjuez... Cada vez se venden más debido a su sabor y a sus propiedades, muy beneficiosas para la salud. Además, son perfectas para acompañar a los cereales en el desayuno. Las últimas en llegar al mercado han sido las bayas de goji.
Microgerminados. Shisho rojo: Muy utilizados para ensaladas y platos de alta cocina. Son miniverduras plantadas con una increíble potencia de sabor y aroma. Se venden en pequeñas macetas con sustratos de celulosa que duran días en la cocina: rúcula egipcia, shisho rojo, limon cress...
Miniverduras. Berenjenas mini: Se venden en pequeñísimas piezas que resultan ideales para solteros o gente que viva sola. Hay berenjenas mini, endivias mini, pepinos mini, zanahorias mini... Con ellas además se experimenta la pigmentación, luciendo más en el plato: tomates amarillos, endivias moradas...
Fruta con carné de identidad. Melón de Luis Pacheco: Al igual que pasa con el vino, comprar frutas y verduras con ‘carné de identidad’ garantiza que el melón que se compre (por ejemplo) no salga nunca ‘apepinado’. En esta modalidad también destacan las sandías cuadradas, mucho más fáciles de cortar y guardar en el frigorífico.
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