En declaraciones a Europa Press posteriores a su participación en el Comité Confederal de UGT, celebrado hoy en Madrid, Lóriz indicó que "se ha tomado la decisión por unanimidad de que si a este nuevo escenario que se ha abierto después de que el Gobierno decidiera poner en marcha el plan de ajuste, se suma una reforma laboral lesiva para los trabajadores, sin duda se convocaría una huelga general".

No obstante, Lóriz expuso que el sindicato "apuesta por mantener el diálogo y poner como prioridad el empleo y muy especialmente el de los jóvenes y los parados de larga duración". "Mantenemos el diálogo y el compromiso de alcanzar un acuerdo, pero no vamos a aceptar medidas regresivas o lesivas", aseveró.

El secretario general de Comisiones Obreras en Aragón, Julián Buey, se pronunció en esta misma línea en declaraciones a Europa Press. "Apostamos fuerte porque, si es necesaria una reforma laboral, ésta debe ser acordada con los empresarios y los sindicatos" ya que "sólo puede tener eficacia si estamos de acuerdo", sostuvo.

Buey añadió que "hay problemas y dificultades, pero si se legisla de forma unilateral habrá que ir a la huelga general". "Está costando el acuerdo por la postura inflexible de la patronal, pero apostamos con fuerza por el acuerdo y se está trabajando intensamente en esa línea", informó.

Decreto antidéficit

Ambos dirigentes mostraron su rechazo al decreto de medidas extraordinarias para el recorte del déficit aprobado hoy en el Congreso con un total de 169 votos a favor, 168 votos en contra (de PP, PNV, ERC, IU, ICV, BNG, NaBai y UPyD) y 13 abstenciones (CiU, CC y UPN).

El secretario general de UGT Aragón indicó que "rompe con la confianza en el diálogo social al romper el acuerdo de negociación colectiva con los empleados públicos y supone una regresión social por congelar las pensiones".

Además, este ajuste "va a ser estéril para el objetivo de reducir el déficit y tranquilizar los mercados financieros, no va a generar empleo ni orientar la economía hacia una más productiva, algo que sólo se consigue desde el estímulo público que se ha cercenado", concluyó.

Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras de Aragón, Julián Buey, rechazó estas medidas y recordó que "el poco margen de votos demuestra la fragilidad del Gobierno". "Las medidas son injustas porque basculan sobre los más vulnerables y suponen un drenaje de la economía con problemas para infinidad de pequeños empresarios y trabajadores", expuso.