Monseñor Osoro afirmó, según informó el Arzobispado en un comunicado, que se puede "escoger o caer en el desaliento o ser hombres de firme esperanza", en cuyo caso "la tendremos si ponemos toda nuestra confianza en Dios".

La misa que concelebró monseñor Osoro con obispos y sacerdotes de las diócesis de Valencia, Segorbe-Castellón y Orihuela-Alicante, además de las de Mallorca, Menoría e Ibiza, ha sido la celebración principal en la diócesis de Valencia del Año Sacerdotal convocado por el papa Benedicto XVI.

En la eucaristía, que se celebró con motivo de la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, monseñor Osoro se dirigió a los presbíteros para asegurarles que "necesitamos ser hombres con una identidad clara, que al enseñar la fe y la moral construyamos siempre".

Para lograrlo, dijo el prelado, "se nos está pidiendo de nosotros plenitud doctrinal, honestidad intelectual, adhesión firme y fiel al depósito sagrado, conciencia de participar en la función profética de Cristo, adhesión inquebrantable a la persona del Señor sabiendo que a través de nosotros Él se hace presente en medio de los hombres".

En su homilía, el titular de la archidiócesis de Valencia enumeró cinco aspectos de la "belleza" del ministerio sacerdotal, del que dijo que es "un don inmenso que el Señor hizo a su Iglesia fruto de una respuesta generosa por nuestra parte a una llamada". Según el Arzobispo, la comunidad cristiana "necesita sacerdotes santos y sabios, profundamente enamorados de Cristo, con una firmeza total en la doctrina católica, con profunda vida interior y con un amor total a la Iglesia".

Por otra parte, el prelado exhortó a pedir al Señor "que mande sacerdotes a su Iglesia, convencidos de que el Señor nos escucha" e instó a los presbíteros a que avalen esa petición "con nuestro ejemplo de vida". Por ello, invitó a "llamar a los jóvenes" y pidió a los sacerdotes que "no os resignéis a la ausencia de vocaciones. Creed firmemente que el Señor si se le pide da vocaciones, nos lo ha dicho Él".

Además, el Arzobispo señaló que "el punto de referencia fundamental de toda nuestra vida y de toda nuestra actividad debe ser Dios, por ello, la fe es el fundamento de nuestra vida" y sostuvo que "resulta terrible para nuestra vida que dejemos que pueda ser laicizada". Para evitarlo, recalcó que la oración es "un elemento insustituible de nuestra vocación" y es "tan esencial que cualquier otra cosa que pudiera parecernos más urgente debe y tiene que ser pospuesta".

También monseñor Carlos Osoro alentó a los sacerdotes a "no olvidar ni renunciar nunca a lo que significa participar en la misión de Cristo en estos momentos", en referencia a que "somos portadores de la gracia de Cristo, eterno Sacerdote y del carisma del Buen Pastor". "Los sacerdotes "estamos unidos de manera excepcional a la Eucaristía, hasta el punto de que no se puede comprender el sacerdocio sin la Eucaristía", dijo, y expresó su confianza "a cada uno de vosotros y vuestro ministerio".