El ciclista alemán André Greipel (HTC Columbia), por fin hizo valer su fuerza en una llegada masiva del Giro y se llevó los laureles de la decimoctava etapa, disputada hoy entre las ciudades de Levico Terme y Brescia, de 151 kilómetros, y el español David Arroyo (Caisse d'Epargne) sigue de líder en vísperas del mítico Mortirolo.

Greipel, que suele comenzar la temporada bastante fuerte, no terminaba de encontrar el punto de velocidad en la presente edición del Giro. Hoy ganó con autoridad al resto de sus rivales en el sprint, especialmente al estadounidense Tyler Farrar y el británico Bradley Wiggins, que estrenaron pronto su zurrón de triunfos.

Los protagonista del día fueron el italiano Alan Marangolli (Colnago) y el belga Oliver Kaiser (Omega), que se fueron hacia el kilómetro 22, llegando a tener casi tres minutos como máxima diferencia y fueron neutralizados a dos kilómetros de la meta.

La general no sufre cambios en sus primeros puestos y por quinto día sigue al frente el español David Arroyo, seguido el italiano Ivan Basso (Liquigas) a 2:27 y del australiano Richie Porte (Saxo Bank) a 2:44 minutos.

Fue una jornada tranquila debido a la suavidad del trazado y que era la víspera de una jornada terrorífica, la 19a etapa, entre Brescia y Aprica, de 195 kilómetros y con varios ascensos por medio antes de afrontar el mítico Mortirolo.

Los aventureros del día, Kaise y Marangolli, se entendieron en los relevos, pero en el pelotón principal también hubo buena sincronización y por ello el hueco no superó los tres minutos.

Arroyo se prepara

El líder David Arroyo y sus compañeros hicieron lo justo para controlar la fuga, ya que ninguno era peligroso para arrebatar la camiseta rosa al talaverano, y Basso, vencedor en 2006, se dejó llevar pensando en el Mortirolo.

En la parte final de la etapa pasaron a un primer plano los equipos de los esprinters, especialmente el HTC Columbia que lidera André Greipel. Los componentes de la formación americana impusieron un ritmo muy fuerte, lo que propició que otras escuadras como el Sky o el Rabobank tuvieran problemas para colocar sus bazas, a Wiggins y Graeme Brown.

Los aspirantes a los puestos de honor del cajón final, que en esta ocasión estará en Verona y no en Milán, guardaron fuerzas para la dura jornada de mañana entre Brescia y Aprica, de 195 kilómetros y el temible Mortirolo, y al día siguiente una de las montañas tradicionales de la carrera, como es el Passo del Gavia.