En declaraciones a Europa Press, Montes, quien dijo no entender la postura de los firmantes del manifiesto de la plataforma, aludiendo, entre otros, al rector y al catedrático emérito de la UCO, José Manuel Roldán y José Javier Rodríguez Alcaide, respectivamente, al director de ETEA, Gabriel Pérez Alcalá; al presidente de Faasa y de la asociación empresarial Asfaco, Miguel Ángel Tamarit, y al consejero delegado de la empresa Magtel, Mario López, pues, a su juicio, "vienen a confundir a la población, en cuanto a que nosotros (el Cabildo), irresponsablemente, nos hemos negado a la fusión" con Unicaja, lo cual "es mentira".

De hecho, Montes subrayó que en la caja cordobesa, ahora intervenida por el Banco de España, "los directivos, desde julio del año pasado, tenían el visto bueno de la Presidencia (de CajaSur) para facilitar toda la información que solicitase Unicaja, en orden a ir preparando lo mejor posible la fusión, que era la meta pretendida por todos", hasta el punto de que "los contratos de este año se han firmado tras pedir antes la conformidad de Unicaja".

Dos horas esperando

Ello, según subrayó Montes, "indica la voluntad de CajaSur de ir hacia la fusión, por Córdoba y por lograr un sistema financiero fuerte andaluz, pero eso sí, sin el trauma del despido laboral", y por eso, después de concluir el pasado viernes en Málaga la última reunión de la mesa laboral para la fusión sin que se hubiese firmado un acuerdo laboral, "estuvimos hasta dos horas después del consejo de CajaSur esperando a que Braulio Medel (presidente de Unicaja) firmase el pacto laboral, que no estaba firmado".

En cuanto a las críticas hechas al Cabildo, por no atender sus representantes en el consejo de CajaSur a la demanda de los consejeros de otros grupos (Junta, Diputación de Córdoba y ayuntamientos) de que aprobaran el proyecto de fusión con Unicaja, dejando que se firmase días después el acuerdo laboral, Montes insistió en que, "después de diez meses no había excusa, sobre todo cuando ya existe la firma electrónica, de forma que se pudo firmar el pacto laboral y llevarlo al consejo de CajaSur, para así poder decir al Banco de España que se habían cumplido todos los requisitos del protocolo de fusión, pero lo cierto es que no se cumplió".

Sobre las instituciones

En consecuencia, según argumentó Montes, "la plataforma y los políticos no pueden dar a entender otra cosa, y está mal que las instituciones, que han recibido siempre un trato preferente y colaborador de CajaSur, que estaba presidida por el Patronato del Cabildo", hayan promovido que dicho órgano de la Iglesia Católica haya sido "tan denostado, criticado, vituperado y calumniado, porque no ser fiel a la verdad de las cosas es incurrir en una calumnia".

Por eso instó a las instituciones y partidos políticos que han criticado al Cabildo Catedralicio a "que se enteren, en sus detalles más concretos, de cómo han ido estos diez meses, y que vean si tenía o no propósito el Cabildo Catedral de hacer esta fusión, para Córdoba, para sus impositores y para sus trabajadores".

Ahora, sin embargo, "sólo queda la esperanza, es la que siempre queda, pues el Cabildo no tiene competencia alguna para arbitrar una solución", quedándole únicamente ahora la opción de "contar la verdad de los hechos, pero no sólo de lo ocurrido en una tarde fatal, sino a lo largo de diez meses de dolorosa, paciente, leal y transparente negociación".