Pérez subrayó que si bien los datos económicos del primer trimestre seguían siendo negativos son "sensiblemente mejores" a los del pasado año que calificó como el peor momento de la crisis económica. "Hay una ligera demanda y recuperación —reconoció— pero estamos en una situación crítica , en una encrucijada en donde debería mejorar la oferta y la demanda o [de lo contrario] se podría llegar a estancamiento económico que no sería deseable".

La directora insistió en la necesidad de diversificar la economía y de poner en marcha medidas complementarias para lograr la recuperación. Sobre las medidas del Gobierno de España, si bien han sido valoradas de forma positiva, no así el hecho de que se hayan tomado "con carácter de urgencia en 48 horas". En su opinión, podría crear una "situación de incertidumbre" sobre el devenir económico.

"El ajuste es necesario poder no puede llevarnos a la paralización y el estancamiento", subrayó insistiendo en la necesidad de hacer un ajuste en la administración que evite duplicidades y agilice los trámites económicos además de la eficiencia. Lola Pérez reconoció no obstante que una mejoría pero no se puede caer en el error de que sólo sea el turismo el que dé la vuelta a la situación económica, sino que para solucionar la crisis se ha de diversificar.

Un primer trimestre apagado

La situación del desempleo en Canarias sigue siendo el principal lastre para la recuperación económica y el indicador de que a pesar de ciertas mejoras en los datos de venta de coches o en el sector turístico Canarias sigue en 'números rojos'.

La construcción, uno de los principales motores económicos hasta que comenzara la crisis, sigue estando muy "debilitada" no sólo por la falta de visado de viviendas, sino por la reducción de la obra pública que ha caído en un 60,3 por ciento. Los datos en Industria son buenos, ni tampoco en el comercio.

Sin embargo, el desempleo sigue siendo el peor de los indicadores con la tasa más alta desde 1993 y con un 27,7 por ciento de la población en paro y con una caídas del volumen de ocupación que apunta a que el mercado no es capaz de generar empleo, además de caer los trabajadores, si bien sobre este asunto se ha frenado la caída de trimestres anteriores.

La confianza empresarial sólo aumenta en 0,3 décimas y la caída de la demanda junto a las dificultades de financiación limitan la actividad, según las encuestas de la Cámara de Comercio.