En este sentido, Valcárcel confirmó su oposición a algunas de medidas, entre las que citó las de recorte de derechos sociales, tales como las pensiones. Sin embargo, explicó que el PP "si aceptaría otras medidas", por lo que censuró la obligación de votarlas todas en conjunto, lo que atribuyó a la "prepotencia de algún político" que hace "inviable cualquier acuerdo".

En rueda de prensa, el presidente murciano consideró que "está muy mal que se lleve a cabo un planteamiento como este, de recortes, cuando en primer lugar llega tarde y, en segundo lugar, probablemente, no sea el más adecuado", lo que dijo ver con "la lógica preocupación".

En este caso, declaró que el Gobierno central "no puede pedir que el PP apoye su plan aunque es consciente de que no le gusta". Por el contrario, aclaró que lo mejor que se puede hacer "es dejar aparcado el plan, reunirnos y hablar".

Al respecto, recordó que "hubo una reunión en Moncloa no hace mucho más de medio mes entre el presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de una formación política, la mayoritaria de la oposición, Mariano Rajoy, en la que se trataba de haber abordado una puesta en común de soluciones a un problema real y grande que todos conocemos".

Sin embargo, apuntó que en aquella reunión que "se dijo que no era preciso abordar determinadas medidas cuando, curiosamente, sólo cuatro días después parecía que sí era preciso".

"Si cuatro días después es preciso abordarlas, debió llamar a quien le ofreció precisamente ponerse de acuerdo en la elaboración de las medidas", criticó Valcárcel, quien pidió al Gobierno de España "que no imponga sus medidas, porque no nos gustan, y lo normal es sentarse y debatirlo, con la incorporación de todo el mundo que quiera opinar".