Según informó hoy el Ayuntamiento en un comunicado, el estado actual de conservación de la cavidad no evidencia la existencia colonias de microflora que afecten directamente a las pinturas rupestres, "y tan sólo existe un pequeño impacto estético de colonias de microflora de grado medio-bajo controlable".

El concejal responsable de la cueva, Javier Guerrero (PSOE), detalló que entre las conclusiones del informe también figura que la cueva dispone de un sistema propio de recuperación de sus condiciones climáticas "que funciona correctamente, de modo que permite conciliar las visitas turísticas con la conservación de las pinturas rupestres".

Guerrero subrayó el trabajo desarrollado por estos expertos y añadió que estos exámenes se han completado con análisis de cultivos vegetales "que nos permiten saber qué tipos de tratamientos se pueden aplicar y cómo se deben ejecutar proyectos futuros para evitar la posible proliferación de esta microflora".

A partir de ahora, el Ayuntamiento tiene previsto llevar a cabo un proyecto de conservación de la gruta aplicando medidas correctoras para el seguimiento del desarrollo de las colonias por medio de fotografía multiespectral.

La alcaldesa de Rincón, Encarnación Anaya (PSOE), destacó la importancia de las actuaciones realizadas, "pues son una excelente herramienta para garantizar la conservación y puesta en valor del arte rupestre en el interior de esta cavidad declarada Bien de Interés Cultural (BIC), y que es seña de identidad de la sociedad rinconera".

"El objetivo es preservar los valores patrimoniales del BIC y no mermar el turismo, ya que son miles de personas las que visitan la que es la única gruta marina visitable de Europa", añadió la regidora.

Las manifestaciones artísticas en las cuevas prehistóricas de El Cantal, formadas por las cuevas del Tesoro, del Higuerón y de la Victoria, son muy abundantes, y la mayoría de las pinturas conservadas son rojas, aunque también las hay negras, marrones y grabados. Según los últimos estudios, estas pinturas podrían pertenecer a la etapa gravetiense, entre los años 32.000 y 27.000 a.C.

Además de este estudio sobre las pinturas, existe actualmente un proyecto para la puesta en valor, conservación, investigación, musealización, difusión y gestión de estas cuevas, cuya inversión alcanzará los 8,9 millones de euros y que se canalizará a través de la Iniciativa de Turismo Sostenible (ITS) de la Costa del Sol-Axarquía.