En el mundo real, un chico con unas paletas de conejo y que llevase los pantalones por encima de la cintura pertenecería al grupito de los pringados. Pero cuando se es un dibujo animado sucede todo lo contrario. Ha inspirado colecciones de Marc Jacbos, obras de Kaws y el presidente Barack Obama confiesa que es uno de sus personajes favoritos. Está claro que, a pesar de no ser ni listo ni guapo, niños, jóvenes y adultos adoran a Bob Esponja

Desde su llegada a TVE, Bob Esponja se ha convertido en la serie preferida por el público infantil, incrementado su cuota de pantalla mes a mes. La serie de animación arrasa en las temáticas y el lunes nuevamente volvió a ser el programa más visto con un 6,6% de cuota y 872.000 espectadores. Desde su llegada a TVE este invertebrado es imbatible los fines de semana donde amasa audiencias de hasta un 8% de cuota, convirtiéndose en el programa más visto de las temáticas.

"No tiene una alta sofisticación de imagen y sin embargo son historias muy simples y divertidas que atraen", explica Nacho Jiménez, responsable de adquisición de la cadena pública. A través de sus extravagantes aventuras, la serie transmite valores -como la tolerancia, la generosidad o el respeto al medio ambiente- que son positivos para los niños. "Es muy optimista, vivaz, dinámico… y eso les engancha", dice Jiménez.

Cuando en 1999, Bob Esponja hizo su aparición en Nickelodeon, su éxito fue casi instantáneo. Un boom que su creador, el biólogo marino Stephen Hillenburg, no esperaba: "Pensaba que la iba a cancelar después de la primera temporada".

Los habitantes de Fondo de Bikini no sólo triunfan en nuestro país, sino también a nivel internacional. Los dibujos han sido traducidos a 25 idiomas y es líder de audiencia en más de 170 países del mundo. Un fenómeno que apasiona a grandes y pequeños gracias a ingredientes que nunca fallan: la sencillez, la alegría y despreocupación. "Basamos nuestro humor en los personajes y la forma en que actúan. A menudo no es cuestión de cuán listos son, sino de cuán tontos son", alega Hillenburg

El personaje ha logrado la difícil hazaña de traspasar las barreras generacionales con sus ingeniosos y sarcásticos diálogos. A los niños les gusta por su simpleza y a los adolescentes por su originalidad. Pero además, los creadores de la serie han conseguido introducir chistes de adultos que pasan desapercibidos para los más pequeños. "Es el único dibujo que no me provoca náuseas", confesó Jack Nickolson cuando le pillaron tarareando la melodía de Bob Esponja durante un rodaje.

El éxito de Bob también se ha consagrado gracias al gran despliegue de productos de consumo que ha generado. "No sólo te gusta la serie sino que puedes interactuar con ella fuera de la televisión a través del mechandising", comenta Joana Carrión, directora editorial de Nickelodeon en España. Durante generaciones, los dibujos animados se han consolidado como excelentes herramientas de marketing que mueven muchos millones al año. Desde zapatillas a sandwicheras con la cara del personaje en cuestión pasando por cortinas o ropa interior.  "Bob Esponja se  ha convertido en un icono que ya se compara con Los Simpson", añade Carrión.