"Sobresaliente" para el río Segura en 2009, al ser imperceptible la contaminación orgánica en todos sus tramos

La CHS se plantea como reto a conseguir en las próximas décadas un alto nivel de calidad ecológica

La gestión del agua que se ha realizado en la cuenca del Segura durante el pasado año ha obtenido la calificación de "sobresaliente", puesto que se ha conseguido que la contaminación orgánica en el río sea casi "imperceptible". El reto planteado ahora es "conseguir que el río, en las próximas décadas, consiga un alto nivel de calidad ecológica".

Así se desprende del informe sobre la calidad del agua del río Segura de 2009 y del que dio cuenta a Europa Press el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer, que comentó que para obtener la 'Matrícula de Honor' el río deberá tener "un poco más de agua circulante", aunque reconoció que durante este año se podrá alcanzar esta nota al haber más cantidad de este recurso natural.

No obstante, Aldeguer dejó claro que ese 'sobresaliente' no sólo es fruto de la gestión realizada por el organismo de cuenca, sino que también se atribuye a las administraciones regional y locales, así como a la labor de los ciudadanos que, a su juicio, "han demostrado un respeto grande y aunque se producen vertidos de escombros en los márgenes del río, son muy cuidadosos".

Por tanto, los datos de seguimiento ponderados, elaborados con regularidad por la CHS, muestran que durante este año "ha continuado la tendencia descendente de los últimos años de la contaminación orgánica en el río en todos los puntos de análisis", siendo "inexistente" en la cabecera de la cuenca del Segura e "imperceptible" en los cuatro puntos de control: Abarán y Contraparada (Murcia), y en Orihuela y Rojales (Alicante).

De este modo, Aldeguer admitió que, atendiendo a estos datos, la disminución aún más durante 2010 "es muy difícil, ya que se está en unos niveles de calidad muy buenos en un río que tiene poco caudal y por el que hoy, en Murcia, no pasan más de 500 litros".

"Es un caudal muy escaso", resaltó el comisario de Aguas de la CHS, quien explicó que como consecuencia de ello, "cualquier vertido mínimo, como las hojas que caen y luego se descomponen cuando hace viento", afectaría al río. "Cualquier cantidad mínima de materia orgánica diluida en tan poca agua se nota", apostilló.

En comparación con el resto de cuencas, la del Segura se encuentra en una posición "muy buena" si se compara con el caudal que tiene, puesto que es uno de los ríos "mejor cuidados" del Estado español en lo que al caudal se refiere.

El informe al detalle

En concreto, según señala el informe al que ha tenido acceso Europa Press, excepto en la parte alta del río, que ha mantenido a lo largo de los años un bajo nivel de contaminación orgánica, la zona media-baja del río ha presentado unos niveles muy elevados de contaminación y que "sólo en los últimos años se han disminuido hasta los niveles aceptables".

De esta manera, la contaminación orgánica es "creciente" aguas abajo del embalse de Fuensanta, hasta llegar de forma habitual a máximos al paso del río por la Vega Baja, "pero la evolución en tiempo del perfil es muy favorable y en el pasado año, se mantuvieron los buenos resultados de años anteriores".

Se puede concluir, por tanto, la "casi desaparición de la contaminación orgánica en el Segura, como cuando producía espuma y olores, dejando de ser un problema salvo en actuaciones puntuales".

De hecho, en los últimos años "se ha conseguido una reducción significativa a pesar de las desfavorables condiciones del cauce debido a la grave sequía que padece la Cuenca". En ello, ha influido en las Vegas Media y Baja la puesta en marcha de pozos de sequía bajo un "estricto" programa de seguimiento que ha ayudado a que la calidad del agua mejore de forma "ostensible".

También hay que tener en cuenta, según el informe del organismo de cuenca, la política de "tolerancia cero" con los vertidos contaminantes y la puesta en marcha de cada vez más instalaciones de depuración, "lo que ha repercutido positivamente, compensando el empeoramiento que habría sido previsible por una reducción de los caudales circulantes".

Por lo tanto, la contaminación orgánica "desciende o se mantiene en buenos niveles en el río Segura, con una tendencia a la baja en los últimos años", teniendo como única nota "negativa" el que la calidad del agua "se resiente en episodios de lluvias torrenciales, que provocan la remoción de los fangos y el arrastre de materiales al río, provocando un descenso del oxígeno que, unido al poco caudal existente por causa de la sequía, ocasiona casos localizados de mortandad de peces".

En este punto, Aldeguer explicó que "se producen algunos episodios de lluvias torrenciales", y algunos alcantarillados de municipios se llenan, de modo que las "impulsiones no son capaces de elevar todo el agua y se puede producir un vertido residual desde la red de alcantarillado pero no intencionado, sino ocasionados por el caudal escaso del río".

La solución técnica, en su opinión, es la que pasa por "construir tanques de tormenta en todas las depuradoras que van al río"; algo que, aunque es "costoso" y que no existe en el país pero que en Murcia "se va instalando", pues "acabaría, de forma definitiva, con cualquier momentos en el que se produce espuma".

Retos futuros

En cuanto a los retos futuros en los que se trabaja desde la Confederación Hidrográfica del Segura, se encuentra aquel referido a la calidad integral del estado ecológico del río; algo que, subrayó Aldeguer, "no sólo tiene que ver con el estado físico-químico del agua, sino también con la calidad biológica del agua y de la ribera, teniendo en cuenta que ya no afecta sólo a la existencia de unas plantas u otras, sino también a infraestructuras que hay que se deben dejar de forma más natural".

"La recuperación del sistema ecofluvial considerado como tal, tanto el río como las márgenes, es el futuro en el que se está empezando a trabajar", relató Aldeguer, quien aseguró que "aún queda mucho por hacer".

En relación a esta última cuestión, indicó que en Cieza se está haciendo una especie de ensayo de I+D+i para la eliminación de cañas y sustitución del cañaveral por especies autóctonas en unos dos kilómetros de tramo del río, además de actuaciones puntuales en cabecera y desembocadura.

Durante este año, también hay numerosas proyectos, como el de recuperación en la rambla de Las Moreras, además de en el nacimiento del Segura y a lo largo de toda la cuenca, contando con la financiación de los Fondos Feder.

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