Las federación del área pública, sanidad, enseñanza y pensionistas de CCOO, UGT y CSI-CSIF, advirtieron hoy que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "ha entrado en una vorágine que acabará en una huelga general" y aseguraron que tras las medidas anunciadas "han perdido toda la confianza en el Ejecutivo".

En rueda de prensa los representantes de las organizaciones sindicales anunciaron la primera de las movilizaciones contra las medidas de recorte del Ejecutivo que tendrá lugar el jueves a las 18.00 horas en la Plaza de España de Oviedo. Se trata de un calendario de movilizaciones que se irán incrementando hasta culminar en la huelga de la función pública del 8 de junio.

El secretario general de la federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Jesús González, manifestó que son más de 2,7 millones de "funcionarios y por tanto e familias" los que se ven afectados por las medidas y 8 millones de pensionistas.

"No podemos consentir que se haga pagar la crisis a los más débiles", dijo González, que indicó que el gobierno ha roto de manera unilateral el diálogo social, "bandera de este Ejecutivo" y advirtió que la CEOE "se está frotando las menos pensando en nuevos recortes".

En la misma línea se pronunció el representante de UGT, Luis Ángel Ardura, que mostró su "rotundo rechazo a las medidas" e insistió en la pérdida de confianza en el gobierno de Zapatero. Recordó además que los empleados públicos ya han perdido poder adquisitivo en las épocas de bonanza y ahora "en tiempos difíciles es cuando se acuerdan de ellos".

"Somos los paganinis del Gobierno y mientras las clases medias y bajas pagan la crisis el sistema financiero y los especuladores se van de rositas", dijo Ardura, que se refirió también al "efecto psicológico de las medidas que llevarán consigo un incremento del desempleo en algunos sectores productivos".

Por todo ello el representante de CSI, Lucas Álvarez, animó a todos los empleados del sector público a movilizarse el próximo día 6 en la Plaza de España. "Una medida así requiere de respuestas de igual calibre", dijo y añadió que "no todos los empleados públicos son funcionarios".