El Hospital de Don Benito es el primero de la región en implantar un marcapasos compatible con la resonancia magnética

El Hospital Don Benito-Villanueva ha implantado el primer marcapasos compatible con resonancia magnética en la Comunidad Autónoma, en un procedimiento que ha sido dirigido por el responsable de la UCI de dicho hospital, Germán Corcho.

El Hospital Don Benito-Villanueva ha implantado el primer marcapasos compatible con resonancia magnética en la Comunidad Autónoma, en un procedimiento que ha sido dirigido por el responsable de la UCI de dicho hospital, Germán Corcho.

Así, el dispositivo permite realizar una resonancia magnética de manera segura en pacientes portadores de marcapasos, un sistema ofrece a los pacientes una tecnología innovadora y exclusiva que ha demostrado que reduce la estimulación ventricular innecesaria en un 99%, completamente automático.

"Este nuevo dispositivo incluye sofisticadas terapias como la terapia antitaquicárdica indolora y herramientas de diagnóstico, así como funciones que ayudan en la detección precoz y la interrupción de la fibrilación auricular (FA)", según informa la Junta en nota de prensa.

Añade que este nuevo modelo de marcapasos implantado en el Hospital de Don Benito-Villanueva permite el seguimiento remoto del paciente a través de Internet, de modo que sin que salga de su casa se puede disponer de información muy completa sobre las arritmias que pueda tener y todos los datos de diagnostico del dispositivo.

También ofrece la posibilidad de monitorización de la acumulación de fluido que, junto con el informe de Insuficiencia Cardiaca, recoge y muestra las posibles variaciones mediante mediciones de la impedancia intratorácica. Estas mediciones permiten predecir un empeoramiento de la insuficiencia cardiaca antes de que aparezcan los síntomas.

Calcula la Junta que aproximadamente, dos millones de europeos tienen implantado un marcapasos, y hasta el desarrollo de este nuevo sistema, a los pacientes con marcapasos se les desaconsejaba o denegaba someterse a una resonancia magnética ya que podía producirse una interacción entre el marcapasos y la resonancia. Esta podía afectar al funcionamiento del dispositivo y, por lo tanto, a la seguridad del paciente.

Según algunas estimaciones, entre el 50 y el 75 por ciento de los pacientes del mundo con marcapasos podrían necesitar una resonancia magnética a lo largo de la vida de sus dispositivos.

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