Regalos con mal gusto

Desde luego que hay formas más ‘populares’ de poner en servicio una obra por la que esta ciudad llevaba años esperando… y Fomento lo sabe de sobra.
Vigo estrenó segundo cinto, con nocturnidad y a golpe de lunes. Casi de estrangis. El Ministerio se adelantó a la Navidad, dejó caer su regalo sorpresa en el Ayuntamiento y pilló a la alcaldesa desprevenida, sin traje para la foto ni pancarta de protesta.

Lo demás estaba dentro de lo previsto: se armó una pataleta, se despertaron todos los demonios y a los vecinos se nos aguó la fiesta. Una pena. Pero no se pierdan en lamentos y prepárense bien para el próximo agasajo, porque antes de terminar el año, el Gobierno local nos dará el suyo.

Y no lo traerá en camello, como es costumbre, sino en Vitrasa, con billete a precio de lujo. Así que, para recibirlo sin sobresaltos, lo mejor será resignarse y rascarnos el bolsillo. Porque ya se sabe que estos regalos los pagamos todos.

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