La dirección de Nissan y el comité de empresa alcanzaron ayer un preacuerdo sobre el Plan Social, que deberá ser ratificado en asamblea general por los trabajadores. Hasta el momento, según apuntó Martín Tobalina, UGT y Unión Sindical Obrera (USO) ya han manifestado su apoyo al mismo, por lo que el visto bueno del plan industrial depende ahora de la decisión de CC.OO.

Dicho acuerdo contempla la reducción de 647 a 501 empleados y la promesa por parte de la compañía de recolocar a una treintena de trabajadores cuando se comience a fabricar un nuevo modelo, que como apuntó el director general deberá estar introducido en el mercado no más allá del año 2014.

El director general se reunió hoy con el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, para tratar el seguimiento del protocolo laboral, alinear posturas, comprobar que la negociación sigue adelante y confirmar el apoyo a Nissan y sus trabajadores. En el encuentro participaron asimismo representantes del comité de empresa de la compañía, de la Administración autonómica y de las federaciones regionales de los tres sindicatos.

En declaraciones recogidas por Europa Press, Martín Tobalina recordó que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) continúa abierto —el plazo expira a finales de mes— pero que el preacuerdo resulta necesario para "dar por bueno" el plan y "desatascar el proceso" que busca como fin último garantizar la producción en Ávila, "provincia sometida actualmente a una gestión muy complicada", como destacó.

Martín Tobalina explicó que dicho plan industrial busca la consolidación de la capacidad industrial a través de la asignación de un nuevo vehículo industrial ligero y el mantenimiento de un volumen mínimo de producción hasta la fecha en que se industrialice el mismo, así como asegurar la dimensión de un volumen mínimo de plantilla.