Peleas y riñas en buses escolares de tres centros

Los padres de los alumnos piden que se pongan monitores en los autobuses, pero la legislación sólo los prevé en primaria.
Los padres de los institutos Zadín-Vergeles, Miguel de Cervantes y Soto de Rojas están preocupados por la seguridad de sus hijos. Los tres autobuses y el minibús que cada día llevan a los 130 alumnos (de entre 12 y 16 años) de Cenes, Lancha del Genil, Pinos, Quéntar y Dúdar se han convertido, afirman, «en una bomba de relojería».Algunos estudiantes, aseguran los progenitores, tiran  naranjas al conductor, pegan a otros compañeros y en más de una ocasión han estado a punto de causar un accidente. Hace unos días uno de los niños rompió con la cabeza una ventana después de que el conductor tuviera que dar un frenazo. Ante esta situación los padres han solicitado a la Delegación de Educación que tome cartas en el asunto y ponga un vigilante en los autobuses.

Educación, por su parte, mantiene que «es imposible porque la legislación no lo permite». Mª José Romera, responsable del Área de Transportes, dice que «la ley sólo admite  que se contraten monitores  para niños de primaria (hasta 12 años)».

Lo que deberían hacer en el centro, según la Junta, «es imponer una sanción a estos alumnos revoltosos y enseñarles cómo se debe viajar en un autobús».

Los padres, por su parte, se reúnen hoy para decidir qué medidas van a tomar para que Educación ponga vigilantes en estos autobuses.

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