El fenómeno de la reincidencia implica también a niños. Las bandas de ladrones utilizan cada vez más a menores de 14 años para cometer atracos en el área de Barcelona. Según ha revelado la Fiscalía, aumentan los casos de adolescentes que cometen hurtos, no sólo de bolsos, sino del dinero que clientes sacan de cajeros.

Estos niños actúan, sobre todo, en pareja y de manera coordinada. Mientras uno de ellos distrae al ciudadano y atrae su atención, el otro comete el robo. Cuando la víctima se da cuenta, la rapidez con la que huyen los pequeños ladrones hace casi imposible poderlos alcanzar. Principalmente atracan a turistas en los lugares más concurridos de la ciudad.

Los menores no se dedican sólo a sustraer carteras y bolsos de mano. Uno de los lugares en que ponen en práctica su pericia son los cajeros automáticos exteriores. Desde una cierta distancia, en la calle, uno de los niños espera a que la máquina esté a punto de expulsar el dinero. En aquel preciso momento, entra en acción y distrae a la víctima. Mientras tanto, y por la espalda de la víctima, que está de cara al cajero, el otro pequeño ladrón coge los billetes y sale corriendo.

Los niños se aprovechan de la confusión y la sorpresa. En gran parte de los casos, estos menores no actúan por su cuenta, sino que siguen consignas de adultos. Prueba de ello fue el operativo que llevaron a cabo los Mossos de Badalona a finales de 2008, cuando detuvieron a nueve personas acusadas de inducir a sus hijos a cometer robos.

Los niños, algunos de sólo siete años, atracaban a mujeres mayores y les quitaban las joyas de un tirón. En total, se calcula que llegaron a acumular un botín valorado en 14.300 euros. Entonces se pudo demostrar que robaban para los padres.