El transporte público de la capital saca un aprobado por los pelos

  • Lo dice un informe europeo que ha comparado 23 ciudades.
  • La capital no logra el "bien", sólo un "aceptable".
  • Barcelona queda mejor en el 'ranking'.
Viajeros del metro en uno de los transbordos de la estación Núñez de Balboa.
Viajeros del metro en uno de los transbordos de la estación Núñez de Balboa.
JORGE PARÍS
Viajeros del metro en uno de los transbordos de la estación Núñez de Balboa.

El transporte público de la capital (Cercanías, metro y autobús) no convence a los examinadores europeos. Un análisis comparativo realizado por EuroTest en 23 ciudades europeas el pasado 10 de diciembre concluye que la red de transporte público de Madrid es sólo "aceptable" si se tiene en cuenta el tiempo de viaje, los transbordos necesarios, la información facilitada antes y después del viaje y el precio del billete para el usuario.

Este programa de defensa de los consumidores en materia de movilidad analizó un total de 31 paradas en cada ciudad con 85 conexiones (todas el mismo día, 10 de diciembre de 2009, y durante diferentes franjas horarias).

El resultado fue demoledor: Zagreb (Croacia) y Liubliana (Eslovenia) suspendieron con un "muy mal" y "mal". Madrid, Ámsterdam, Bruselas, Budapest, Lisboa, Londres, Oslo, París y Varsovia lograron un modesto "aceptable"; y Barcelona, Berna, Fráncfort, Hamburgo, Helsinki, Colonia, Copenhague, Leipzig, Praga, Roma y Viena obtuvieron una clasificación de "bien". A la cabeza, Múnich, que sacó el único "muy bien" de la prueba.

Madrid falla en...

Aeropuerto: La conexión con Barajas es más lenta que la media europea. Barcelona tiene autobuses a El Prat desde el centro de la ciudad muy rápidos y frecuentes.

Carece de billete integrado: Se necesita un nuevo billete al cambiar de transporte. En Roma, por ejemplo, un mismo billete permite viajar durante 75 minutos en todo el transporte público, igual que en Barcelona. Y el abono mensual sólo sale a cuenta en Madrid después de más de 60 viajes si el usuario no hace transbordos. En Helsinki o Copenhague se amortiza con sólo 25 viajes.

Sin inglés: Las taquilleras son amables y competentes, pero "rara vez" fue posible obtener asistencia en inglés.

Transbordos largos: Las distancias de transbordo son "muy grandes" algunas veces. Además, la accesibilidad con líneas guías para invidentes, "sólo en pocas paradas".

Mapas esquemáticos: No hay mapas de líneas en los autobuses.

Falta de información: El tiempo de trayecto entre paradas no siempre se indica. Faltan señales indicando el nombre de la parada de bus y sólo en pocas paradas hay displays dinámicos y anuncios específicos.

Web farragosas: La información sobre horarios en Internet no es fácil de entender y no detalla las tarifas.

Ecología: No hay sistema de alquiler de bicicletas ni aparcamientos para ellas en las paradas analizadas, pero por lo menos se pueden llevar gratis en el metro a determinadas horas.

Saca buena nota en...

Precio: El transporte madrileño es barato. Aunque el informe es anterior al tarifazo, el precio actual de 0,90 del viaje si se compra un Metrobús (10 viajes) sigue siendo inferior a lo que se paga en otras ciudades europeas. En Bruselas sale cada viaje del bono de 10 a 1,20 y en París, a 1,16. Eso sí, en Barcelona la tarjeta integrada sale más económica: a 0,78 cada viaje.

Variedad: Hay muchos tipos diferentes de billetes y gran cantidad de máquinas expendedoras.

Periferia: Las conexiones con el extrarradio son hasta un 20% más rápidas que en otras ciudades, entre ellas Barcelona, donde suspenden en este punto.

Asientos: Reservados para discapacitados, ancianos y mujeres embarazadas.

Desde la asociación de consumidores Facua-Madrid consideran que aunque "a priori la clasificación de Madrid puede parecer injusta", es cierto que el informe "pone de manifiesto carencias de la red pública de transporte" que se han convertido en "crónicas", según dicen. Por su parte, el Consorcio Regional de Transportes declinó hacer valoraciones sobre el informe.

Autobuses con megafonía

La ausencia de mapas esquemáticos de las líneas en los autobuses urbanos fue uno de los parámetros valorados negativamente y que colocaron a Madrid entre las nueve ciudades que aprobaron por los pelos. Esta 'carencia' no es compartida por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que matiza que sus autobuses (más de 2.000) disponen de un servicio de megafonía que informa al viajero sobre cuál es la próxima parada y con qué otras líneas tiene conexión. Además, descartaron la posibilidad de incluir en los coches estos mapas ya que son más de 200 las líneas y los vehículos se intercambian entre ellas.

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