Lo primero de todo es conseguir el temario básico. Éste lo proporcionan las academias. Antes de elegir centro, «hay que informarse de cuántas convocatorias ha preparado y qué método emplea», aconseja Ángela de las Heras, del Centro de Estudios Financieros.

«La propia academia te  asesora sobre la oposición que más se ajusta a tu formación y circunstancias personales», apunta Paloma Miña, de Adams. Quien recurre a los preparadores lo hace, normalmente, para profundizar en áreas muy específicas.

Consejos básicos

Aquí van algunas claves para triunfar en esta empresa.

¿Cuánto estudio?: De forma orientativa: para el grupo A (licenciados), 8-10 horas diarias y 2-4 años de preparación; grupo B (diplomados), 6-8 horas diarias y 1-2 años; grupo C (bachilleres) 4-6 horas diarias y 8-12 meses; y grupo D (ESO), 2-4 horas diarias y 6-8 meses.

¿Cómo estudio?: Siempre a la misma hora y dedicando el mismo tiempo. La oposición es para el constante, no para el brillante. Marca objetivos diarios, semanales y mensuales. Una pequeña dosis de ansiedad puede servir de estímulo.

¿Cuánto cuesta?: Las clases en una academia, entre 60 y 200 euros al mes, según el grupo de oposición.

¿Y si no apruebo?: La formación recibida tras varios años de estudio siempre mejorará el perfil profesional.

¿Cuánto se gana?

Lo más importante quizá es que uno es funcionario para toda la vida, pero en lo que también hay que fijarse es en el sueldo. Depende de la Administración (General del Estado, Autonómica o Local –ésta es la que mejor paga–) para la que se trabaje, la escala, el grupo, las condiciones concretas del puesto y otros complementos –como productividad, destino...–. En el grupo A (técnico superior) se cobran en torno a 2.500 euros netos mensuales; 1.700 en el grupo B (técnico de gestión); 1.100 en el grupo C (administrativo) y 900 en el grupo D (auxiliar administrativo).

Ellos lo lograron

Óscar Sánchez Ruiz. 26 años, Ayudante de biblioteca. «Cuando acabé historia del arte, hace dos años, ya pensé en ser funcionario. En este tiempo me he presentado diez veces y he aprobado varias, pero hasta ahora no había sacado plaza. Hubo un momento en que trabajaba a la vez que estudiaba, pero me di cuenta de que iba a tardar mucho más. Era mejor dedicar 8 horas y descansar los fines de semana».

Julia Tedar González. 49 años, Directora de biblioteca municipal. «Opositar es una carrera de fondo y necesitas una motivación muy fuerte. También tenía que cuidar de mis dos hijos, así que mi familia opositaba conmigo. Cuando había exámenes, mi madre se llevaba a los niños. Yo estudiaba unas cuatro o cinco horas al día; aprendí a hacerlo en el tren. Tardé dos años en sacarlas. Me gusta mi trabajo pero echo en falta la promoción».