El concejal de Planificación, Infraestructuras y Movilidad, Manuel Sánchez, explicó estos trabajos promovidos por el Consistorio que se extenderán durante cuatro meses, previsiblemente hasta antes de la Feria y Fiestas de Valladolid. La actuación afecta igualmente a la calle Daniel del Olmo del Polígono de Argales, donde se tomarán medidas para evitar el aparcamiento en los laterales de la calzada y en las medianas.

Sánchez incidió en que los técnicos municipales han estudiado la incidencia que tendrá en el tráfico de la ciudad el futuro corte del Paseo de Arco de Ladrillo, ya que, cuando la Sociedad Valladolid Alta Velocidad decida comenzar las obras del proyecto urbanístico en los terrenos del soterramiento, la eliminación del actual paso elevado será el primer trabajo que se afronte para crear un paso subterráneo.

Así, Sánchez aseguró que parte del tráfico que circula actualmente por el Arco de Ladrillo se derivará por las rondas —se prevé la entrada en servicio de la exterior en verano— la Avenida de Salamanca —cuyos trabajos tienen de plazo hasta junio— y el Paseo de Zorrilla y la calle Daniel del Olmo, en las que se comenzará a actuar el lunes con un coste previsto de en torno a 2,5 millones de euros.

En concreto se prevé que el derribo de la pasarela afecte a los 58.000 vehículos que circulan diariamente por ella, y a los otros 23.500 de Puente Colgante.

De esta manera, las obras que comenzarán mañana afectarán a la principal arteria de la capital vallisoletana, donde se actuará para primar el uso del transporte público —autobuses urbanos e interurbanos, taxis, transporte escolar y vehículos de emergencia—. Se actuará con la ampliación de nueve dársenas y en la creación de un carril exclusivo de bus por la calzada central.

Este vial privativo transcurre, en sentido sur, desde García Morato hasta el Puente de la División Azul, y norte entre Arzobispo García Goldaraz (frente al Corte Inglés) y el Paseo de Filipinos. Para ello se tendrá que afrontar la modificación de las medianas y la supresión de unas 80 plazas de aparcamiento en la acera junto a Cuatro de Marzo.

Las nuevas dársenas para autobuses se prepararán para que los vehículos accedan directamente al carril derecho de la calzada central, que será el exclusivo de bus. Por ello, en estos espacios se suprimirán los carriles exteriores por los que actualmente circula también el tráfico privado. Las paradas en las que se actuará son las de las esquinas de San Ildefonso, Puente Colgante (antiguo Lucense), Corte Inglés y Narciso Alonso Cortés; así como las del antiguo matadero, y esquinas con calle Goya, Hípica, Puente Colgante y García Morato (Hospital Militar).

Para garantizar una anchura mínima de 3,25 metros en el carril exclusivo del autobús, será preciso eliminar unas ochenta plazas de estacionamiento en línea en las aceras del Paseo de Zorrilla, a la altura del Cuatro de Marzo, desde El Corte Inglés hasta la Plaza del Doctor Quemada, cambiando el eje de la mediana central. Se estudia la posibilidad de ampliar la zona de estacionamiento regulado (ORA) en esa zona.

También se modificará el giro a la izquierda de los vehículos que quieren tomar desde el Paseo de Zorrilla la Avenida Medina del Campo, a la altura de la Plaza del Doctor Quemada. Ese tramo de calzada contará con cuatro carriles, dos de giro a la izquierda y dos para seguir hacia la Plaza Zorrilla.

Asimismo, se introducirá un semáforo exclusivo para el autobús urbano frente de El Corte Inglés, para que pueda incorporarse a la circulación en la calzada central antes que el resto de vehículos, lo que contribuirá a disminuir el problema de la raqueta de la calle Hípica por los accesos al aparcamiento subterráneo del centro comercial.

Polígono de argales

En la calle Daniel del Olmo las modificaciones se destinan principalmente a controlar los giros ilegales así como el estacionamiento en zonas no permitidas como la propia calzada y las medianas, donde hasta ahora había mayor permisividad.

También se modificará la intersección de la calle Daniel del Olmo y Arca Real, con prioridad de paso para los vehículos procedentes de la primera, y se instalará un semáforo. Se prohibirán los giros a la izquierda en la intersección con Vázquez de Menchaca y se incluirá las nuevas intersecciones en el sistema centralizado de control de tráfico mediante la instalación de cámaras de control.

No obstante, el concejal vallisoletano recordó que estas obras prepararán estas dos vías de tráfico para el momento en el que se inicien las obras del entorno ferroviario, algo para lo que, reconoció, aún no existe fecha, pues se debe convocar el Consejo de Administración de la Sociedad Alta Velocidad pendiente desde finales de enero en el que se adjudicarán las obras del paso subterráneo de Arco de Ladrillo.

Por lo que respecta a la Estación de Autobuses, una vez que se cierre al tráfico el paso elevado del Arco de Ladrillo, los vehículos de transporte interurbano habrán de utilizar la salida de la calle Gabilondo, lo que implicará modificaciones del tráfico en la zona de las que se informará oportunamente.

Asimismo, Sánchez recordó que el Ayuntamiento ha pedido a la Sociedad la construcción de una pasarela peatonal que sustituirá al paso inferior de Arco de Ladrillo y que enlazará, con un diseño similar a la del Camino de la Esperanza, la Plaza de los ferroviarios con al calle Recondo.