El mal tiempo amenaza con frustrar los esfuerzos por contener la marea negra

Vientos intensos y olas de gran altura amenazan este sábado con frustrar los esfuerzos por impedir que la marea negra de petróleo contamine las costas de Luisiana y desate una catástrofe ecológica no sólo en ese estado sino también en los de Florida y Alabama.  El vertido ha sido provocado por el hundimiento de una plataforma petrolera en el Golfo de México.

El Servicio Meteorológico Nacional pronostica para el sábado un aumento de los vientos y de las mareas con olas que empujarán el petróleo al interior de las pequeñas bahías del sudeste de Luisiana.

Además, los vientos aumentarán la altura de las olas a lo que se sumará la probabilidad de tormentas eléctricas durante el día en toda la región, señaló.

Tom McKenzie, portavoz del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EE UU, manifestó que es posible que las olas hagan inútiles las barreras flotantes que ya se han instalado a poca distancia de las costas de Luisiana.

Siguen los trabajos

Entre tanto, pese a la amenaza de mal tiempo más de 6.000 efectivos y centenares de barcos continuaban instalando las barreras flotantes en las costas de Luisiana que enfrenta la inminencia de un desastre ecológico y en su industria turística y pesquera.

Paralelamente, el gobierno federal intensificó el viernes sus presiones sobre la petrolera British Petroleum (BP) para que aumente sus esfuerzos para poner fin al vertido de crudo y trate de reducir el impacto ambiental.

"Es hora de que BP aumente su movilización en momentos en que la marea negra de crudo avanza hacia las costas", dijo este viernes la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, tras hacer un recorrido por la región.

"Seguiremos insistiendo para que BP aumente sus esfuerzos", agregó.

El Gobierno exigirá responsabilidades

Washington también manifestó su "decepción" por el hecho de que BP no haya sido capaz aún de sellar el pozo causante de la marea negra y anunció que exigirá "responsabilidades" a los causantes del desastre.

El secretario de Interior, Ken Salazar, recordó que el Gobierno ha puesto en marcha una investigación sobre las causas de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolífera hace diez días y aseguró que "exigiremos responsabilidades a los responsables" de este vertido.

No ocultó que la empresa concesionaria de la plataforma, British Petroleum, debe asumir su parte de responsabilidad de la contención del vertido y la limpieza de este derrame "masivo", mensaje que ha trasladado a la cúpula de la empresa en una reunión celebrada en Houston.

El vertido de unos 5.000 barriles de petróleo comenzó después de una explosión el pasado día 20 y el hundimiento dos días después de una plataforma de prospección petrolera de BP a unos 75 kilómetros de la costa de Luisiana.

Esfuerzos de BP

En una conferencia de prensa en Luisiana, Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, dijo que su empresa ha montado el mayor esfuerzo que se conozca en el mundo para resolver un problema de este tipo.

"Hemos utilizado todas las tecnologías disponibles, hemos acudido a todos los recursos. Agradecemos cualquier idea nueva y todas las ofertas de apoyo" para esta tarea, agregó.

El gobernador de Alabama Bob Riley declaró el viernes el estado de emergencia y señaló que el vertido de petróleo representa una grave amenaza para el ambiente y la economía del estado.  Poco antes, el estado de Florida había hecho lo mismo.

La emergencia permite que el gobernador ordene medidas de excepción para asegurar que todos los organismos del estado están listos para responder si la marea de petróleo llega a las costas de Alabama, dijeron fuentes oficiales.

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