Una tortuga en fase de recuperación será liberada en mayo por la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos

El especimen que llegó al puerto de Bueu (Pontevedra) fue retirado hoy tras tomar muestras de sus restos para su estudio

La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) va a liberar el próximo mes de mayo, en aguas del Banco de Galicia, una tortuga común recogida el pasado 14 de marzo en una playa de Cariño, y que se encuentra en fase de recuperación en el Acuario de O Grove. Desde 1990, la Red de Varamientos de Galicia registró un total de 392 tortugas marinas.

La tortuga Bastida, nombre que recibió por la playa en la que fue rescatada, se encontraba en muy mal estado, tras sobrevivir atrapada por un aparejo abandonado que le seccionó la mitad de la aleta anterior izquierda. Inicialmente recibió asistencia del servicio veterinario de la Cemma perteneciente a la Unidad de Cuidados Intensivo de Ferrol y su evolución ha sido favorable, a pesar de la cojera que padece, por lo que en breve podrá regresar a aguas del Caribe.

Precisamente, la Cemma mantiene contacto con la Corporación Caribeña para la Conservación, que se dedica a la conservación de las tortugas marinas en América Central. Esta entidad marca ejemplares femeninos de esta especie en el momento previo a la puesta de huevos para reconstruir el recorrido geográfico que hacen a lo largo de su vida. Entre 2003 y 2009 marcaron 18 tortugas de cuero, de los que un 11% se dirigió a las costas europeas.

Entre ellas figuran las torturas Flora, marcada en 2003 en la playa costarriqueña de Tortuguero y que recorrió 4.000 kilómetros en dirección al litoral gallego; la tortuga Jamur, marcada en 2007 en la playa panameña de Chiriquí, entró en la plataforma marina de Galicia en febrero de 2008 tras recorrer más de 6.000 kilómetros. Se trata de una especie en peligro de extinción debido, principalmente a los plásticos que ingieren en el mar, al confundirlos con las medusas de las que se alimentan.

Un ejemplar sin vida de tortuga de cuero llegó el pasado lunes al puerto de Bueu (Pontevedra), a bordo del pesquero Nuevo Yolanda, que la halló accidentalmente en unas nasas. Era una hembra adulta de 300 kilos y 180 centímetros, aunque pueden alcanzar tamaños superiores a los 200 centímetros de caparazón. Después de recoger muestras biológicas e información científica para su estudio, el animal fue retirado hoy por el Servizo de Calidade Ambiental de la Xunta.

Según la Cemma, la tortuga pudo haber dado al menos una vuelta al océano Atlántico, ya que presentaba indicios de una marca en una aleta. Por los indicios que manejan los expertos, pudo haber salido de aguas del Caribe en mayo de 2009. También calculan que llevaba poco tiempo en aguas gallegas, puesto que en el momento de su recogida presentaba parásitos externos propios de aguas calientes.

En Galicia se registraron desde 1990 un total de 163 ejemplares de esta especie, el 41% de todas las variedades de tortuga marina, con una media de ocho registros anuales. Durante la marea negra del Prestige, según la Cemma, varios cientos de tortugas comunes resultaron afectadas, de las cuales 35 fueron rescatadas con vida y devueltas -la mayoría- a su medio natural.

El coordinador de la Cemma, Alfredo López, destacó que el programa "Divulgando a pé de mar", en el que colaboran esta organización y las cofradías, "está dando sus frutos", ya que "en muchos casos los animales son liberados con vida por las tripulaciones tras quedar atrapados accidentalmente en algún aparejo". Además, desde 1990 a 2010, la Red de Varamientos ha contabilizado 4.500 ejemplares en la costa gallega.

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