Antonio Izquierdo recibe sepultura en Badajoz con la única presencia de periodistas y enterradores

La sepultura carece de nombre y de inscripción, y únicamente se le ha adjudicado un número, el 95
Momento Del Entierro
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Antonio Izquierdo recibió sepultura a las 11,40 horas de hoy en el Cementerio 'San Juan Bautista' de Badajoz ante la presencia, únicamente, de periodistas y enterradores.

El último en fallecer de los cuatro hermanos Izquierdo, que protagonizaron la tragedia de Puerto Hurraco en 1990, recibió sepelio hoy tras ahorcarse la madrugada del pasado domingo en el centro penitenciario de la capital pacense, donde cumplía condena.

A las 11,00 horas salía su féretro del Tanatorio de la Soledad de Badajoz, donde fue trasladado en la tarde de ayer tras practicarle la autopsia al cadáver en el Anatómico Forense de Badajoz.

Pese a que el coche fúnebre llegó al camposanto a las 11,10 horas, hasta media hora después no pudo entrar en el recinto debido a una protesta protagonizada por la prensa, que impidió el avance del vehículo al no permitirse el acceso a los medios, en principio, por órdenes del ayuntamiento pacense.

Ante estos hechos, las autoridades municipales dieron una contraorden y finalmente dejaron filmar la sepultura, que carece de inscripción, así como de nombre. En ella únicamente se ha colocado un número, el 95.

Nadie reclamó sus restos

Según explicó a los medios el gerente de la funeraria encargada del enterramiento, José Antonio Hernández, es Instituciones Penitenciarias quien ha acarreado con los gastos del sepelio.

Asimismo, explicó que este hombre ha sido enterrado en el cementerio de Badajoz, al no haber "reclamado ningún familiar sus restos", pese a que el fallecido contaba con familiares lejanos.

También explicó que no se ha oficiado misa por la muerte de Antonio Izquierdo, de 71 años, quien acabó con su vida a falta de cinco años de cumplir la condena impuesta por los asesinatos de nueve personas, perpetrados junto a su hermano Emilio en la localidad pacense de Puerto Hurraco hace dos décadas.

Cabe recordar que sus tres hermanos fueron sepultados en Mérida, donde aún pueden visitarse sus tumbas, que en este caso si cuentan con la inscripción de sus nombres: Luciana, Ángela y Emilio.

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