Parece que al turista, también se le conquista por el estómago.

Rincones de diseño

En Intur se puede encontrar de todo. Personajes vestidos de época promocionando un restaurante medieval, o danzarines con trajes tradicionales de cualquier rincón de España. Se puede hasta probar suerte en la ruleta que promociona un casino y al que te acercan unas azafatas sobre patines vestidas de  reinas de corazones. Hasta los expositores se merece una visita en sí, independientemente de la provincia que promocionan.

Se mira pero no se toca

Si algo se echa en falta es lo poco que puede participar el paseante de la feria. Poca interactividad. Salvo excepciones, donde puedes hacer snow por una sierra virtual, o montar en una moto acúatica digital, pocos expositores te permiten participar, sólo se puede mirar.

Merece la pena destacar el minicircuito de turismo activo, con golf, minimotos y alguna sorpresa más, a la entrada del recinto ferial.

Artesanos del mundo en la feria

Valentín...

De Frías, en Burgos: Hace cucharas de madera con la ayuda de una navaja y sus manos.

Comenzó a los 50: Aunque su familia se ha dedicado a la artesanía, él empezó ya jubilado por entretenerse. Es concejal de su pueblo.

... y Mohamed

De Fez, en Marruecos: Se dedica a hacer Haska, candelabros de madera. Los elabora con herramienta y la ayuda de sus pies.

Toda la vida: Es uno de los pocos artesanos oficiales de su país. Viaja por el mundo mostrando su arte.