Condenado a 15 años por asesinar a un amigo al que sorprendió practicando sexo con otra amiga

El acusado alegó en juicio que pensó que la estaba "forzando" y que se "indignó" al verlos en su cama porque ella estaba casada

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 15 años de prisión a José Jesús P.S., el hombre de 56 años que, en marzo de 2008, asestó 15 puñaladas a un amigo tras sorprenderle en la cama de su dormitorio en actitud de mantener relaciones sexuales con una amiga, lo que, según aseguró en el juicio, le "indignó" ya que conocía a la familia de ella, que "estaba casada".

El acusado, quien alegó también ante el tribunal de la Sección Tercera que agredió a Enrique José H.A. al pensar que éste estaba abusando de la mujer, también procesada en la causa, atacó por la espalda a la víctima con un cuchillo de cocina de 30 centímetros de hoja al regresar de fumarse un cigarro en la terraza de la vivienda, en la que los tres llevaban unas horas bebiendo unos vinos.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera a José Jesús P.S. autor de un delito de asesinato aunque rebaja en dos grados la pena de 17 años solicitada por el fiscal al estimar la concurrencia de la circunstancia atenuante de colaboración con la Justicia ya que, antes de que fuese detenido, confesó los hechos y le indicó a los agentes de la Policía Nacional el lugar preciso en el que había escondido el arma.

Los coacusados y la víctima, de 57 años, se encontraban bebiendo de madrugada en el interior de un domicilio ubicado en la calle Santiago Vergara de la capital. En un momento de la velada, José Jesús P.S. decidió salir a la terraza a fumar un cigarro. Al regresar, se encontró a su amigo y Silvia Ángeles C.M., de 35 años, "encima de la cama del dormitorio en actitud de iniciar relaciones".

Esta circunstancia, según se señala en el fallo, le "indignó", por lo que, sin mediar palabra, se dirigió a la cocina, cogió el cuchillo y volvió a la estancia. Aprovechó que la víctima "continuaba encima de la mujer" y, guiado por el propósito de acabar con su vida, se abalanzó sobre él y le asestó hasta siete puñaladas por la espalda, a la altura de la región torácica.

Enrique José H.A., sin capacidad de defensa debido a la debilidad por las heridas sufridas, logró girarse e intentó protegerse del arma con la mano izquierda pero el acusado continuó clavándole el cuchillo. Una de las puñaladas le perforó el pulmón derecho y le causó "una intensa hemorragia interna y externa", así como un neumotórax que derivó en su inmediato fallecimiento.

El agresor procedió, a continuación, a telefonear al servicio unificado de emergencias 112 no, sin antes, esconder tras unas botellas de plástico situadas junto a la puerta de la vivienda el arma homicida, que paso inadvertida para los agentes de la Policía Nacional en la primera inspección ocular del lugar del crimen y no fue encontrada hasta que éste dio indicaciones.

José Jesús P.S., en prisión incondicional desde su detención minutos después del crimen, confesó de manera "voluntaria y espontánea" antes de comenzase su interrogatorio en las dependencias policiales aunque sostuvo que lo hizo para auxiliar a Silvia Ángeles C.M., de quien creía estaban intentando abusar sexualmente.

El tribunal rechaza en su sentencia, recurrida en casación ante el Tribunal Supremo (TS), aplicar la eximente incompleta de intoxicación etílica al considerar que "no existe ni un solo datos objetivo" que apunte a que estuviese afectado "siquiera de forma leve" por la ingesta de alcohol. Señala, al hilo de esto, a la testifical de los agentes que, aunque tenía síntomas de haber bebido, estaba "plenamente lúcido, orientado y se expresaba con claridad".

"reacción airada"

Desestima también que actuase bajo arrebato o en legítima defensa ya que, más allá de "su percepción desvirtuada de la realidad", no se desprende de los hechos que su amiga, quien no profirió gritos pidiendo auxilio, estuviese siendo forzada o, por contra, la práctica de sexo era consentida.

Según recoge el fallo, el que José Jesús P.S., quien deberá indemnizar a los hijos de la víctima con 120.000 euros, alegase en sala ante el tribunal que "no tenían que haber realizado eso en su cama" y que estaba "indignado porque conocía a su familia y estaba casa" indica que su actuación estuvo "más cerca de una reacción airada que de un arrebato".

La Audiencia Provincial absuelve, sin embargo, a Silvia Ángeles C.M. del delito de encubrimiento por el que el fiscal solicitó un año de prisión ya que considera que la versión que de los hechos dio a los agentes cuando estos se personaron en domicilio no interfirió en la investigación policial.

En concreto, la mujer aseguró que había salido con el acusado a la calle un rato para comprar más vino y que, cuando ambos regresaron, vieron salir corriendo del interior de la casa a un "joven rumano", relató al que no se dio el "menor crédito" en ese momento debido a las "numerosas manchas de sangre" en su ropa y por toda la casa.

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