La puesta en escena de la directora ha buscado la sencillez escenográfica, haciendo que la casa de Nora y Helmer sea un espacio semivacío, un lugar al que los personajes se acaban de mudar. Al contrario de lo que sucede con el vestuario, que refleja a la perfección una época en la que la mujer era considerada casi un elemento decorativo más, según informaron desde el Teatro Jovellanos en nota de prensa.

"Imagino que querer poner en escena el texto más popular de Ibsen es una aspiración muy común entre los directores de escena, ya que la obra contiene todos los elementos necesarios para embarcarse en una aventura llena de retos y sorpresas", aseguró Ochandiano a través de un comunicado de prensa.

En este sentido, la directora aseguró que se trata de una "función de actores" llena de sorpresas, que incluye el personaje de Nora, "uno de los personajes femeninos más interesantes, con más aristas, más evolución dentro de la función y mayor amplitud de registros de toda la literatura dramática universal".