El chico que murió de asma esperó casi una hora por la UVI móvil

Los testigos dicen que la ambulancia tardó 50 minutos y que el centro de salud no tenía medios para atender al joven de 14 años.
Velas, adolescentes y silencio llenan el pasadizo donde falleció el joven asmático.
Velas, adolescentes y silencio llenan el pasadizo donde falleció el joven asmático.
Jorge París
Velas, adolescentes y silencio llenan el pasadizo donde falleció el joven asmático.
En el pasadizo de la calle Huesca de Fuenlabrada hace mucho frío. Allí murió el lunes Daniel T., Charly para sus amigos, tras esperar 50 largos minutos por una ambulancia.
Velas rojas, muchos adolescentes y un sorprendente silencio cubren el suelo donde estuvo recostado su amigo de 14 años tras sufrir una crisis asmática y donde recibió los primeros auxilios de su madre, que hizo el boca a boca al muchacho.

Lo explica María del Pilar E., la vecina que corrió a pedir auxilio al cercano centro de salud público Castilla La Nueva. Los médicos «trajeron un aparato para que el chaval no se mordiera la lengua y le pusieron inyecciones porque no tenían más medios», afirma, angustiada.

Como el personal sanitario no conseguía reanimar a Daniel y la ambulancia no llegaba, «pidieron a varios policías que trasladaran al chico a un hospital, pero se negaron», dice Estefanía B., de 14 años, que vio morir a su amigo Charly.

Donaron sus órganos

El ataque de asma empezó antes de las 18.00 h. A esa hora comenzaba la clase de inglés en una academia próxima y la profesora, M. I., que se sorprendió por la ausencia de alumnos, asegura que «la UVI móvil no llegó hasta 50 minutos después». Una demora que el Summa reduce a 32 minutos y que se produjo porque una ambulancia estaba ocupada y la otra se equivocó de dirección. El personal de la UVI consiguió entubar a Daniel y llevarlo al Hospital Clínico, donde la familia donó todos sus órganos.

4.000 firmas y una manifestación

Media Fuenlabrada está recogiendo firmas de protesta, ya tienen unas 4.000, por la muerte de Daniel y por lo que consideran que fue su causa: la escasez de medios sanitarios. Además, la pandilla conocida como Los Júnior de Lorea (L. J. L.) está organizando una manifestación para pedir explicaciones por el fallecimiento de su amigo, que estudiaba tercero de secundaria en el colegio Alhucema. Ayer, al salir de clase, cientos de adolescentes se acercaron al pasadizo de la calle Huesca y escribieron sobre sus paredes poemas de despedida y frases como ésta: «El día 21/11/05 pasó lo peor».

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