«Cuando me case, el velo me lo bordo yo»

30 jóvenes desempleadas han aprendido en dos años a bordar en tul y a confeccionar capotes de brega y muletas: Lidia Adame lo tiene muy claro.
El día que se case, el velo que lleve lo bordará con sus manos. Está preparada para hacer una auténtica obra de arte, 100% artesanal. «Yo no salía del punto de cruz. Ahora sé hacer mantillas, abanicos, servilletas y velos de novia. Mi abuela está loca de contenta», dice la joven, de Los Pajaritos, quien ha aprendido que la aguja requiere paciencia y trabajo en equipo, da dolor de espalda y vista cansada, pero merece la pena porque «relaja».

30 chicas como Lidia, entre 16 y 24 años, todas desempleadas y tres de ellas con algún tipo de discapacidad, han aprendido durante dos años dos oficios artesanales relacionados con la fiesta: el bordado en tul y la confección de capotes de brega y muletas. Lo han hecho en la escuela taller Arenal II, promovida por la Fundación Andaluza de Tauromaquia. El curso se clausura dentro de un mes. Es uno de los 47 talleres de empleo, escuelas taller y casas de oficio que existen en la provincia de Sevilla.

Muchas chicas sueñan con encontrar un empleo. Mientras éste llega, el grupo del taller taurino dice que si tuvieran que regalar uno de los capotes hechos en clase, éste sería para Fran y Cayetano Rivera, El Cordobés o Jesulín. «Son muy guapos», dicen entre risas.

Azahara Marín. 19 años. Torreblanca. «Me da pena que se acabe el curso. Quiero dedicarme a bordar».

Verónica Panal. 23 años. Los Pajaritos. «He apren-dido mucho. A los Reyes les voy a pedir una máquina de coser».

Vanessa Blanco. 24 años. Triana. «Me he hecho un traje de gitana, otro a mi hermana y a gente de la calle. Yo lo que quiero es coser».

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