Según informaron en un comunicado, los empresarios del sector del recreativo han tomado esta decisión ante la pasividad que constatan tiene la administración frente a las casas de apuestas online y que supone "una competencia desleal para los juegos tradicionales".

FAMAR destacó que, dado que muchas de estas casas de apuestas online tienen su sede en paraísos fiscales, "podrían estar incurriendo en presuntas irregularidades de índole fiscal, sin que haya reacción alguna por parte de las administraciones competentes".

Adamás añadieron que "estas apuestas suponen un riesgo para los consumidores y especialmente para los menores, ya que no tienen, a diferencia de otros juegos, control, oportunidad de reclamación o garantía sobre su apuesta".

FAMAR consideró que los Tribunales de Justicia pueden actuar para paralizar estas apuestas "como ya lo han hecho ordenando el cierre al acceso a páginas web que comercializaban productos falsificados o con pocas garantías". Asimismo, FAMAR esperó que tanto la Administración Central, como las Comunidades Autónomas "se coordinen para regular estos juegos, al igual que ha sucedido ya en otros países de nuestro entorno".

"La necesidad de introducir garantías para los apostantes y un régimen legal y fiscal son temas urgentes para asegurar una competencia justa, así como garantizar los derechos de los consumidores y usuarios", concluyeron.