Los hechos ocurrieron, a las 20.00 horas de ayer, cuando el Centro Operativo de Servicios (COS) de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón recibió una comunicación procedente del 112, informando de la existencia de una persona, sobre un puente situado en la parroquia de Viella, término municipal de Siero, con intención de arrojarse al vacío.

Esta persona, vecino de Gijón, se había encaramado a una tubería de grandes dimensiones que se encuentra sobre dicho puente a unos 20 metros, "con claras y evidentes intenciones de arrojarse al vacío", según la Guardia Civil.

Ante la negativa reiterada por parte de dicha persona a que los miembros de la Guardia Civil se acercaran a él, decidieron cesar en un primer intento, manteniéndose a una distancia de unos 5 metros, entablando una conversación con él, con la intención de calmar el nerviosismo que presentaba y tratar de desviar la atención sobre sus intenciones, impidiendo con ello que el salto se produjera de manera inminente.

Tras un tiempo de conversación con dicha persona, durante la cual ingería diversos comprimidos e ingería bebida alcohólica, poco a poco se fue sosegando. Momento en el que un vecino de Colloto que pasaba por el lugar, se ofreció para colaborar con los Guardias Civiles, dada su condición de médico. Esta persona se aproximó igualmente al lugar donde se encontraba el joven, entablando conversación con él.

Tras varios intentos para que depusiera su actitud, ante la llegada de un tren de mercancías, el joven se giró hacia la vía férrea, impulsándose tratando lanzarse al vacío, momento en el que tanto el médico que prestaba colaboración como los Guardias Civiles se lanzaron sobre él y consiguieron sujetarlo por sus ropas, quedando colgado, consiguiendo finalmente ponerlo a salvo, según la Benemérita.

Una vez que su vida no corría peligro alguno, fue inmovilizado para evitar autolesiones y tras requerir la presencia de una ambulancia, fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde quedó ingresado.