El oso 'Furaco' volverá mañana a compartir cercado con 'Paca' y 'Tola', para un nuevo intento de reproducción

Las dos osas superan ya los 20 años, con lo que las posibilidades se reducen
Las Osas 'Paca' Y 'Tola'.
Las Osas 'Paca' Y 'Tola'.
EP/FUNDACIÓN OSO DE ASTURIAS
Las Osas 'Paca' Y 'Tola'.

El oso pardo 'Furaco' volverá mañana a compartir cercado, a partir de las 11.00 horas, con 'Paca' y 'Tola', los únicos ejemplares de osos pardos cantábricos genéticamente puros, que existen a día de hoy en cautividad en la Península Ibérica. Su reencuentro formará parte del Proyecto de Manejo Reproductivo de Osos Pardos en Cautividad, que lidera la Fundación Oso de Asturias.

'Furaco', que lleva tres años participando en el proyecto, llegó a Asturias procedente del parque de Cabárceno (Cantabria). Después de que el primer año no hubo acercamientos, fue la pasada primavera cuando logró completar la monta de una de las osas, en concreto 'Tola'. Sin embargo, no sirvió para que fuese madre.

Las diecinueve montas que durante la pasada primavera protagonizaron 'Tola' y 'Furaco' no fueron suficientes, a pesar de que el hecho de que a partir de otoño Tola se refugiase en el Monte Fernachín durante todo el periodo de hibernación, hizo concebir esperanzas, al final frustradas.

De esta forma, según informaron fuentes de la Fundación Oso de Asturias a Europa Press, mañana volverá a intentarse, nuevamente en el cercado de Santo Adriano, a las 11.00 horas, aprovechando la época del celo de este año. Las perspectivas de éxito son menores a medida que pasa el tiempo, pero, según indicaron fuentes de la Fundación, "no nos cuesta nada volver a intentarlo".

'Paca' y 'Tola', como se conoce popularmente a estas dos osas, forman parte, desde un punto de vista genético, de una de las tres únicas líneas evolutivas diferentes de oso pardo que existen en Europa. Quedaron huérfanas en 1989, hace 18 años, cuando un furtivo mató a su madre y con tan solo 5 meses de edad fueron entregadas al Fapas (Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes), comenzando desde ese momento un azaroso viaje que las llevó a vivir en distintas instalaciones en Cataluña y en El Hosquillo (Cuenca), terminando su periplo en 1996, en el cercado que actualmente las acoge en Santo Adriano (Asturias).

Así, según la Fundación, cualquier decisión que se tome con respecto a ellas, en lo concerniente a su manejo y más específicamente a su reproducción, debe hacerse de una forma muy estudiada y cautelosa, puesto que al faltarles su madre, son animales que han vivido en cautividad desde edad muy temprana sin un referente de su especie, con la consiguiente falta de aprendizaje de las más elementales normas de comportamiento y convivencia con sus congéneres. Además, el factor tiempo es importante, ya que la edad crítica para poder generar descendientes en osos en estado salvaje está en torno a los 25 años (variable según individuos y estado general). Ambos ejemplares superan los 20 años.

Llegada de 'FURACO'

Por su parte, 'Furaco' fue el elegido para el proyecto de reproducción y llegó a Asturias hace tres años, en abril de 2008, después de que los expertos le eligieran entre varios candidatos.

Su llegada a Asturias no pasó precisamente desapercibida. De hecho, se dieron cita en su nuevo hogar para recibirle los máximos dirigentes de Asturias y Cantabria, Vicente Álvarez Areces y Miguel Ángel Revilla, entre otras autoridades. "Furaco no va a fallar", aseguró entonces Revilla.

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