Vila-Matas reivindica su trabajo por una literatura de "vanguardia"

El escritor explora las "conexiones" de la literarura con otras artes tras el "empacho" y "encierro" con los libros
Enrique Vila-Matas
Enrique Vila-Matas
Xavier Torres-Bacchetta
Enrique Vila-Matas

El escritor catalán Enrique Vila-Matas revindicó hoy en Santander su trabajo por una literatura de "vanguardia", así como la importancia del "talento" para "narrar" historias por encima de la etiqueta de sí es "fragmentario" o no.

"Modestamente, pienso que estoy haciendo un trabajo de vanguardia, y alguno de mis libros ha intentado aportar algo a la historia de la literatura", sostuvo el autor de 'Dublinesca', que presenta hoy a las ocho de la tarde este último trabajo en la Tribuna Literaria de Caja Cantabria, en el Centro de Acción Social y Cultural (CASYC).

'Dublinesca' se concibe como una "parodia" contra la del mundo" y el "apocalipsis", relatada a través de la historia de un editor que ve "el fin del mundo", de la "era Guttenberg", y que de hecho decide celebrar un funeral en Dublín que acaba siendo "divertido".

De esta forma, al final, se da la "paradoja" de que este editor "encuentra su futuro" en la celebración del funeral por el fin del mundo.

Al contrario que el editor que protagoniza su último libro —y que inicialmente iba a ser un escritor—, Vila-Matas rechaza que haya una "ruptura" en el mundo literario por la llegada del "mundo digital". Es más, el escritor defiende que "de Guttenberg a Google no hay ninguna ruptura, sino continuidad".

Lo importante es el talento

Sí que percibe que hay "nuevos lectores" a los que se dirigen las "jóvenes editoriales" cuyo trabajo elogió, pero matizó que estos "nuevos lectores" son un fenómeno que se ha repetido a lo largo de la historia, citando el caso de San Ambrosio, a quien en su día se consideró "peligroso" por ser el primer lector que comenzó a hacerlo "en silencio".

No obstante, Vila-Matas reivindica que hace 30 años él ya escribía de forma "fragmentaria", algo que entonces "sonaba moderno", subrayando que en el siglo XX autores como James Joyce ya impulsaron una "ruptura de estilo".

Por eso, advierte de que "lo importante es si se tiene talento o no para narrar", por encima de "si es fragmentario o no", ya que lo importante es "atraer al lector", añade, tras criticar el uso "superficial" de "etiquetas", como la que le tacha de autor "metaliterario", en lo que él define como un "cliché".

Tras el "empacho" y el "encierro" con los libros, el autor de 'Historia abreviada de la literatura portátil' o 'Bartleby y compañía' explora ahora las "conexiones" de la literatura con otras artes, como la música, el cine o las instalaciones artísticas. Es algo que ya se percibe en 'Dublinesca' y que se plasmará en futuros trabajos, según adelantó.'

Blooms day'

Vila-Matas también prepara la celebración del próximo 'Bloomsday', el próximo 16 de junio en Dublín, un evento que se celebra cada año para conmemorar la historia que cuenta el 'Ulises' de Joyce.

El autor de 'Dublinesca' acude dentro de su pertenencia a la orden de Finnegans' cuya "única premisa" es "venerar a Joyce" e ir todos los años al 'Blooms Day', ya que de lo contrario, sus miembros serán expulsados.

En cualquier caso, Vila-Matas ironizó con que ha detectado entre sus miembros —como Eduardo Lago o Antonio Soler— una "pulsión muy fuerte por expulsar a los caballeros de la Orden", ya que, por ejemplo, ya han pensado en expulsar al nuevo caballero, Andreu Jaume, que aún no ha jurado su ingreso, porque les respondió un correo con palabras en inglés cuando la orden tiene un componente irlandés.

Este futuro caballero expulsado "no lo sabe, y si lo sabe debe estar estupefacto".

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