Los gobiernos de la zona del euro se han puesto de acuerdo este domingo sobre las condiciones para la concesión de un primer préstamo europeo por valor de 30.000 millones de euros a Grecia, si este país lo solicita finalmente, ha informado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. De ellos, España tendría que aportar este año 2.490 millones.

Los Estados miembros de la Eurozona, según ha explicado Juncker, han acordado el montante de los préstamos bilaterales que concederían a Grecia el primer año. El plan incluye a todos los países y el reparto irá en fución de la renta de cada nación. Otra parte de la ayuda, calculada en otros 10.000 millones más, sería aportada por el Fondo Monetario Internacional (FMI)- a un interés del 2,38%-, tal y como acordaron Francia y Alemania.

El precio de los préstamos bilaterales europeos será fijado con arreglo a las fórmulas del FMI y rondará el 5% el primer año- dos puntos por debajo del interés de los préstamos actuales que tiene Grecia- ha afirmado el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

Juncker ha insistido en que el Eurogrupo no ha decidido este domingo la activación de los préstamos, algo que dependerá a partir de ahora de la decisión que tome el Gobierno griego.

Todos los países del euro, incluidos los que arrastran déficit públicos excesivos, se han comprometido a aportar dinero a ese mecanismo para Grecia. Las contribuciones nacionales se calcularán con arreglo a la clave de participación de cada Estado miembro en el capital del Banco central Europeo (BCE).

España, 2.490 millones

España tendría que aportar 2.490 millones de euros al paquete de préstamos para ayudar a Grecia a superar su grave crisis de financiación, si este país finalmente lo solicita. Según los últimos datos oficiales del BCE, al Banco de España le corresponde un 8,3% del capital del Banco Central Europeo, lo que fijaría la contribución española en 2.490 millones de euros. Será, por lo tanto, un dinero reembolsable, en unas condiciones y plazos que serán precisados en los próximos días.

En la última cumbre europea, celebrada el 25 y 26 de marzo, el Gobierno español aseguró que sería corresponsable con el acuerdo de ayuda a Grecia y, si fuera necesario, prestaría dinero en un montante que se barajó entonces cercano a los 2.000 millones de euros.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, especificó que esta ayuda se haría con cargo a la deuda. Una propuesta que el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, consideró correcta. A España "no le plantearía ningún problema" aportar la cuota que le correspondería, dijo entonce Almunia.

Según ha dado a entender Rehn, la Comisión Europea tendrá en cuenta el impacto que este esfuerzo tendrá sobre los estados del euro con desequilibrios importantes en sus finanzas públicas, como es el caso de España.

"Sin elementos de subvención"

El tipo de interés de todos los préstamos bilaterales europeos será el mismo, y no habrá diferencia entre ellos, ha precisado Rehn. Ese precio será en cualquier caso superior al que aplicará el FMI a la parte de financiación que decida, según el comisario.

Esta condición permite a los responsables europeos asegurar que la ayuda a Grecia "no contiene elementos de subvención" y es compatible por lo tanto con el Tratado europeo, que impide a la UE acudir al rescate de un Estado endeudado.

Rehn ha indicado como cifra orientativa que a los Estados de la Eurozona les podría corresponder aportar dos tercios del volumen total, y un tercio al FMI.

Grecia se mostró satisfecha con el acuerdo alcanzado, pero recordó el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, recordó que su gobienro "no ha pedido activar el mecanismo". "La decisión es importante tanto para Grecia como para la Eurozona, y muestra la confianza de los socios europeos en Grecia", añadió Papaconstantínu.