Miles de polacos despiden al presidente fallecido en medio de la conmoción

Miles de ciudadanos escoltaron este domingo el cortejo fúnebre con los restos del presidente polaco, Lech Kaczynski, a su llegada a Varsovia, ciudad que recibió al áximo mandatario de luto riguroso y conmocionada por la que se conoce ya como tragedia de Smolensk.

A lo largo de los diez kilómetros que separan el aeropuerto de Varsovia del Palacio Presidencial, donde se ha ubicado la capilla ardiente, los polacos formaron una gigantesca y abultada cadena humana que aplaudía al paso de la caravana con los restos de Kaczynski, fallecido este sábado en accidente aéreo en las cercanías del aeropuerto militar de Smolensk, en Rusia.

En el accidente murieron los 96 ocupantes del avión, entre ellos Kaczynski, su esposa, María, y una nutrida delegación polaca, que incluía altos cargos, políticos y personalidades, así como siete tripulantes.

"Nos quedamos huérfanos"

Al paso del cortejo, que paralizó completamente el tráfico de la ciudad, podían verse ondeando banderas con crespones negros, no solo en los edificios oficiales, sino también en numerosas viviendas y en los vehículos de transporte público como tranvías y autobuses, pero también en muchos automóviles particulares.

"Nos quedamos huérfanos", comentaba una anciana con lágrimas en los ojos al paso de la caravana con el coche fúnebre escoltado por nueve motoristas de la policía, que circuló lentamente durante todo el trayecto para permitir al pueblo despedirse de su máxima autoridad.

Hasta el centro incluso de la ciudad a la caravana se fueron sumando cientos de ciclistas y motociclistas, mientras al paso del vehículo los polacos tiraban flores y cuando dieron las cinco comenzaron a repicar todas las campanas de las iglesias de la ciudad.

Hasta el Palacio Presidencial

"Es una pena que los polacos sufran siempre una tragedia cuando mejor les van las cosas", señalaba un jubilado que se había sumado a la multitud para homenajear a su presidente, mientras la televisión pública polaca retransmitía en directo todo el recorrido bajo el epígrafe 'La tragedia de Smolensk'.

El recorrido finalizó en el Palacio Presidencial, donde miles de ciudadanos se agolpaban a sus puertas con flores y banderas para despedirse de su presidente, mientras numerosos jóvenes "boy scout" trataban de ordenar la masa humana.

Fuentes gubernamentales informaron de su intención de que el féretro con los restos de Kaczynski quede expuesto en la sede del máximo mandatario polaco, abierta a partir de este lunes para que el pueblo pueda despedirse del dirigente.

El cadáver de su esposa

El cadáver de Kaczynski no pudo finalmente se repatriado junto con el de su esposa, Maria Kaczynska, ya que según informó el embajador polaco en Rusia, Jerzy Bahr, su cuerpo no se encuentra entre los que han sido identificados hasta el momento.

Los restos de Lech Kaczynski fueron recibidos en el aeropuerto por su hija Marta y su hermano gemelo Jaroslaw, quienes se arrodillaron sucesivamente ante el féretro para besarlo visiblemente emocionados, tras ser descargado de un aparato militar polaco modelo CASA de fabricación española. La familia no ha informado, sin embargo, de la tragedia a Jadwiga Kaczynski, madre del fallecido, quien se encuentra internada en un hospital de Varsovia debido a su delicado estado de salud.

Al aeródromo acudieron igualmente el primer ministro, Donald Tusk, el presidente del Parlamento y jefe de estado en funciones, Bronislaw Komorowski, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, quienes presidieron la recepción del féretro del mandatario fallecido.

Tragedia de Smolensk

La catástrofe se produjo el sábado, cuando la delegación encabezada por Lech Kaczynsnki volaba a la ceremonia en recuerdo de los 20.000 oficiales y soldados polacos asesinados por los servicios secretos de Stalin, en Katyn (Rusia), hace setenta años.

Tras la tragedia, Polonia ha decretado una semana de luto nacional en la que la mayoría de actividades culturales y deportivas serán cancelas, entre ellas la fase final de la Liga de Campeones de voleibol que debía disputarse estos días en Lódz.

Ya en la noche del sábado, locales, discotecas y bares cerraron sus puertas en un anticipo de la semana de duelo nacional que comenzó hoy. Mientras, continúa la investigación sobre las causas del accidente del avión presidencial.

Tomasz Pietrzak, segundo piloto presidencial, descartó el error de su compañero, aunque los expertos rusos que han analizado las cajas negras apuntan a que no existió ningún fallo técnico del aparato.

Pietrzak dijo que el aterrizaje podría haberse producido por orden del presidente, para evitar un retraso, como ya había sucedido en otras ocasiones en que el jefe de Estado había insistido en tomar tierra a pesar de las condiciones adversas, como las del sábado.

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