Los colegios electorales sudaneses han abierto este domingo sus puertas a las 08.00 hora local (05.00 GMT) para comenzar las que están consideradas como las primeras elecciones multipartidistas en 24 años. Unos comicios que muchos ya se han aventurado a asegurar serán "fraudulentos", y que la oposición pretende boicotear.

Dieciséis millones de votantes están convocados para elegir entre el domingo y el martes un presidente y un Parlamento nacional, así como un presidente y un Parlamento provincial.

El actual presidente Omar al Bachir se perfila como ganador, especialmente si se tiene en cuenta que la mayoría de la oposición se ha retirado de la carrera electoral.

La Comisión Electoral sudanesa, encargada de la preparación y seguimiento del proceso, ha dispuesto 13.000 centros electorales tanto en las 15 provincias del norte como en las 10 de la región autónoma del sur, que además elegirá un presidente para su territorio y una nueva cámara legislativa regional.

Un partido "sin competidor"

"El Partido del Congreso Nacional (presidido por Al Bachir) no tiene competidor", aseguró el escritor y analista sudanés Faisal Muhammad Saleh, que dijo que sólo el Partido de la Unión Democrática tiene alguna opción de conseguir algún voto, después de que los principales grupos de la oposición anunciaran que boicotearán las elecciones.

"La Unión Democrática tendrá presencia en la Cámara porque el Partido del Congreso Nacional no quiere estar solo en el Parlamento para poder decir que son unas elecciones libres y justas", aseguró Saleh, en línea con gran parte de la oposición.

Al respecto, Sadik al Mahdi, líder del partido Al Umma, una de las principales agrupaciones que han optado por el boicot, insistió en criticar las elecciones tras reunirse con el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

"Las elecciones no serán parte de la solución, sino del problema", dijo Al Mahdi a un grupo de periodistas en el zaguán del hotel Fateh, a la orilla del Nilo Azul.

Tanto Al Mahdi como Yaser Arman, ex candidato a la Presidencia por el Movimiento Popular de Liberación de Sudán, o Mubarak Fadel, candidato presidencial por el partido Al Umma para las Reformas antes de anunciar el boicot, han criticado reiteradamente un proceso electoral que consideran "fraudulento".

Estos partidos han responsabilizado de todas las irregularidades a la Comisión Electoral, que se defendió el sábado negando estas acusaciones e insistiendo en la transparencia de todo el proceso: "No hay elecciones perfectas y éstas no serán una excepción, pero sí representan, según creemos, el primer paso para el cambio democrático en Sudán", subrayó el vicepresidente de la Comisión, Abdala Ahmad Abdala.

Abdala añadió además que la falsificación es "complicada" y que "si se cometen errores no son intencionados".

Un proceso de votación complicado en un país dividido

El proceso de votación es complicado, como lo han reconocido tanto la Comisión Electoral como el propio Al Bachir, ya que el elector del norte tendrá que rellenar ocho papeletas y el del sur doce, en un país con altas cifras de analfabetismo.

Los centros electorales cerrarán sus puertas a las 18.00 hora local (15.00 GMT).

Los tres días destinados a las votaciones son laborables, pero la jornada finalizará a mediodía para evitar que los habitantes de Jartum se tomen vacaciones y no acudan a las urnas, por un lado, y, por otro, para dar tiempo a todos los ciudadanos a depositar sus votos.

Se desconoce cuándo se conocerán los resultados

Se desconoce cuándo serán anunciados los resultados de la votación. El sábado, la Comisión Electoral se limitó a informar de que no pasaría mucho tiempo.

El presidente de Sudán deberá conseguir el 50 % de los votos más uno para alzarse con la victoria en la primera vuelta. Si no lo consiguiera, en tres semanas los dos candidatos más votados concurrirían a una segunda ronda.

Esto no sucederá con los presidentes provinciales. En dichos comicios se impondrá directamente el que más sufragios consiga.