Para combatir la saturación que conllevan las festividades prolongadas, los médicos agilizarán las altas, se suspenderán las intervenciones vespertinas entre el 1 y el 12 de diciembre (para no ocupar más camas de las necesarias), y se reservarán 35 camas del hospital de día a modo de refuerzo, según explicó el doctor José Luis Casado, jefe del servicio de urgencias del Servet.

 

El objetivo de estas medidas es liberar el mayor número de puestos de hospitalización (las altas se reducen drásticamente en días festivos) para evitar que la sala de observación de urgencias se llene de pacientes a la espera de su ingreso en planta. Durante el puente del 1 de noviembre, esta habitación estuvo ocupada al doble de su capacidad.

 

«Se estima que durante el puente necesitaremos una media de 40 camas libres cada día, sólo para urgencias», explica el doctor Casado. Para ello, la dirección del hospital pedirá un esfuerzo suplementario a médicos y enfermeras para que repartan sus días de libranza, de tal forma que no se acumulen todos en la segunda semana de diciembre.

 

El plan prevé, además, la posibilidad de realizar contrataciones de personal sobre la marcha. Se recurriría a esta opción en el caso de que hubiera algún imprevisto, como una fuerte bajada de temperaturas o un eventual brote de gripe.

 

 

Si las obras de reforma del hospital Miguel Servet dilatan aún más las demoras en intervenciones quirúrgicas, el Salud podría recurrir a conciertos con otros centros sanitarios para atajar las listas de espera. Así lo aseguró ayer la consejera del ramo, Luisa María Noeno. También anunció que se está trabajando para que los quirófanos del edificio de Traumatología (en obras) se trasladen a otros hospitales en la primera quincena de diciembre.