Polonia, un país conmocionado por "un drama nunca visto en el mundo moderno"

Decenas de ciudadanos velaron toda la noche del sábado ante el palacio presidencial de la capital Varsovia, en señal de duelo por la muerte del presidente Lech Kaczynski y 95 personas más en la catástrofe aérea de Smolensk (Rusia).

Se espera que a lo largo de la jornada de este domingo lleguen al lugar ciudadanos de todo el país, sumidos en un dolor colectivo por la tragedia aérea en la que murieron además representantes de las más relevantes instituciones del país.

El sábado, cuando Lech Walesa, ex presidente polaco y Premio Nobel de la Paz, comparó el accidente con la tragedia del bosque de Katyn, donde el ejército de la URSS fusiló a decenas de miles de oficiales polacos, parecía tratar de establecer límites racionales a la catástrofe.

El presidente (cuyo cuerpo ya ha sido reconocido por su hermano gemelo Jaroslaw) y su esposa, Maria Kaczynska; Wladyslaw Stasiak, jefe de la Cancillería del presidente; Slawomir Skrzypek, presidente del Banco Central... y así hasta varias decenas de cargos institucionales, políticos y militares. Todos ellos han fallecido en Rusia en lo que se considera la tragedia nacional más grande de las últimas décadas y, en consecuencia, la crisis política más importante desde la caída del comunismo.

La sociedad polaca, conmocionada y en estado de shock, decidió expresar espontáneamente el dolor en las principales ciudades. En Varsovia, la capital, miles de ciudadanos se acercaron hasta las puertas del palacio presidencial para depositar velas y ramos de flores en señal de duelo. Y en Sopot, localidad al norte de Polonia donde tenía su residencia el presidente, decenas de personas salieron a la calle para hacer público su costernación.

Estupefacción, dolor y duelo

Y junto a la masiva reacción popular, la política. El primer ministro polaco, Donald Tusk, rompió el silencio para hablar de "un drama nunca visto en el mundo moderno". Por otra parte, el presidente del Parlamento polaco y asimismo presidente en funciones del país, Bronislaw Komorowski, decretó este mismo sábado una semana de luto nacional, mientras llegaban a Polonia numerosos mensajes de condolencia y solidaridad enviados por líderes de países de todo el mundo.

Pero junto a la estupefacción, el dolor y las muestras de afecto, comenzó la reconstrucción vertiginosa de un Estado que ha sufrido un bocado de proporciones inconcebibles. Aunque aún no hay fecha concreta, las elecciones presidenciales se adelantarán, y presumiblemente tengan lugar en el mes de junio, antes del día 20.

A este respecto, Komorowski anunció en una intervención televisada que se reunirá con los representantes de los diferentes grupos políticos para decidir la fecha exacta. Según la legislación de Polonia, Komorowski dispone de dos semanas para designar la fecha de estas elecciones, que deberán celebrarse dentro de un período máximo de dos meses después de su anuncio.

"Responsabilidad del piloto"

Con respecto a las causas del accidente, las autoridades rusas afirmaron que la catástrofe se debió a la actitud de los pilotos del avión por desobedecer las órdenes de los operadores de vuelo. Operadores de vuelo del aeropuerto militar Séverni de Smolensk sugirieron a los pilotos que desviaran la nave a la vecina Bielorrusia, pero "la tripulación decidió proseguir el vuelo", dijo el enviado del Kremlin en la zona, Guennadi Poltávchenko.

El ministro ruso de Transporte, Ígor Levitin, afirmó que "el piloto del avión decidió por cuenta propia" efectuar el aterrizaje pese a que la visibilidad en la zona debido a una densa niebla era de apenas 400 metros en vez de los 1.000 que establecen las normas.

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