El Ayuntamiento de Vitoria ha rehabilitado un total 2074 pisos, de los 4.366 que forman el Casco Medieval de la ciudad gracias a los fondos URBAN, una ayuda de 14 millones de euros concedida por la Unión Europea y mediante la cual se han financiado proyectos como el Centro de Oficios, el semillero de empresa o el futuro Plan de Mejora de la Accesibilidad.

En un comunicado el Consistorio de Vitoria señaló que la capital alavesa ha pasado de tener 474 viviendas en situación de ruina en el año 2001, a contar actualmente con 38 pisos en dicha situación.

Los datos se reflejan en un estudio realizado por la consultora Ikertalde, donde se analizan los grupos de personas sin vivienda que habitan en un domicilio inseguro o inadecuado. Según el escrito, Vitoria destaca por "la cantidad y variedad de recursos y ofertas de alojamiento para las personas sin hogar, así como por el esfuerzo realizado por adecuar viviendas en situación de ruina".

"Estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos, ya que ponen en valor el trabajo que hacemos para que todas las personas puedan acceder a una vivienda digna o dispongan de alojamientos donde permanecer en ausencia de ésta, debemos facilitar una vida con calidad para toda la ciudadanía", afirmó el concejal de Intervención Social, Peio López de Munain.

El informe refleja que, en los últimos años, se aprecian cambios en el perfil de las personas con riesgo de exclusión residencial. La falta de hogar afecta a nuevos colectivos entre los que se encuentran los jóvenes, los inmigrantes, las familias monoparentales y los ancianos.

Los grupos con precariedad de alojamiento son las personas sin techo o aquellos que aún no se han asentado en la ciudad, como pueden ser quienes están de paso, de camino a otras ciudades, o inmigrantes recién llegados. "Este colectivo conforma una de las prioridades dentro del departamento de Intervención Social, hay que acogerles de manera inmediata y además acompañar la intervención con programas de inserción social, para que cuando dejen los recursos de alojamiento municipales puedan desenvolverse de manera autónoma", añadió López de Munain.

Por otra parte, existen colectivos cuya problemática se asocia con el deterioro de la vivienda donde residen. En la mayoría de los casos, según indica el informe, se trata de familias gitanas y personas mayores.

Asimismo, el documento recoge una serie de recomendaciones, como promover los mecanismos de colaboración entre profesionales de diferentes sectores; disponer de una oferta residencial adicional en forma de parque propio de pisos de alquiler; crear espacios específicos para las familias dentro de los albergues; o que se aumente el tiempo de estancia mínimo que se ofrecen en los mismos.

Además, se insta a incorporar un servicio de comidas en algunos recursos que hasta el momento son de alojamiento. "Es importante que además de destacar lo que hacemos bien desde el Ayuntamiento también señalen los aspectos que podemos seguir mejorando y dónde debemos incidir. El informe nos ayuda a plantear posibles actuaciones", destacó López de Munain.