Los detenidos, al parecer, eran toxicómanos que vendían ellos mismos la droga en la calle porque los traficantes no podían hacerlo con facilidad, debido a la alta presencia policial reforzada en las últimas semanas. Y si lo hacían en sus casas, podían ser sorprendidos con un registro domiciliario. Los tres arrestados colaboraban como aguadores para las familias.

Tras el arresto, los policías intervinieron, además de la droga incautada (cocaína y heroína), una cantidad de dinero cercana a doscientos euros en billetes pequeños, al parecer, fruto de las ventas llevadas a cabo.