Atrevida, sensual, impactante y desenfadada. La moda en China no tiene cortapisas. Los diseñadores que participan en la Semana de la Moda de Pekín convirtieron ayer la pasarela en un espectáculo: las modelos desfilaron con plumas, gorros y curiosos accesorios.
Los modistos apuestan por los tonos neutros y los cortes simétricos. Las transparencias en muchas de las prendas exhibidas muestran un toque de sensualidad y desenfado. Uno de los desfiles más llamativos fue el de maquillaje, con los rostros de las modelos convertidos en auténticas obras de arte.
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