Un total de once grupos naturalistas y ecologistas de España y Francia se han manifestado en Ansó en apoyo a los proyectos de reintroducción del oso en el Pirineo.

El coordinador de Ecologistas en Aragón, Chesús Ferrer, ha señalado a Europa Press que éste "no es el camino", ya que, en su opinión, "concentrarse en una localidad como Ansó, tan sensible a la reintroducción del oso, parece una provocación y un intento de crear crispación y confrontación entre partidarios y detractores".

Los detractores de la reintroducción del oso argumentan el peligro que esto supone para la ganadería extensiva del Pirineo e incluso aluden a los perjuicios que esta medida puede ocasionar en el turismo de la zona.

Ferrer ha abogado por que el oso y la ganadería cohabiten en el Pirineo, "como ocurre en otros lugares como en la cordillera cantábrica", para lo que cree que hay que buscar soluciones conjuntas entre las partes.

"Para defender el tema del oso, lo más oportuno no era esta manifestación, porque se crea crispación y confrontación y el oso sale mal parado", ha argumentado, para agregar que "sin el apoyo de los ganaderos de la zonas afectadas por la presencia del oso, éste no tiene futuro y desde ese punto de vista hay que buscar soluciones entre ambas partes".

Coto bastarás

En otro orden de cosas, Ferrer se refirió a la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves, ubicado en el Coto de Bastarás, en la provincia de Huesca, gestionado por la empresa Fimbas "responsable de esta acción", cuyo terreno mantiene vallado, a pesar de que parte del mismo es monte público.

Ferrer ha celebrado el anuncio realizado por el Gobierno de Aragón de que pronto se retirará el vallado del monte público del Coto de Bastarás, pero ha considerado que "llega tarde".