Ganar 18 millones de euros en la lotería puede convertirse en una pesadilla. Basada en la galardonada serie Les Laviguer, la tv movie El Gordo: una historia verdadera narra el calvario que pasó una familia canadiense real después de volverse millonaria.

La prensa amarilla les convirtió en carne de cañón, y su ya de por sí delicado equilibrio interno se resquebrajó. Oona Chaplin, hija de Geraldine Chaplin y nieta de Charlie Chaplin, protagoniza esta adaptación junto a Antonio Gil (Plutón BRB Nero), Álex Barahona (Física o Química) y Joaquín Clement (FoQ), entre otros.

¿Cómo es su personaje?

Muy hortera (risas), pero me gusta mucho. A raíz de la muerte de su madre Silvia ocupa su lugar; es la más sensata de toda la familia porque sabe que es lo que quiere hacer con su vida.

¿Qué hace Silvia con el dinero del premio?

Ponerse tetas, aunque su sueño es montar una peluquería.

¿Qué haría usted si ganara la lotería?

Me iría a África y me pasaría años haciendo cosas moralmente muy sensatas.

Llevar el apellido Chaplin ¿abre puertas o las cierra?

Las dos cosas, pero en ciertos momentos, sí que me ha ayudado. Como es lo único que conozco no sé como me habría ido sino me llamase Chaplin.

¿Ha llegado a preocuparle que se pusiera en duda su talento?

Sí. Criticar a la gente es muy fácil, a todos nos gusta. Por eso procuro trabajar mucho y tomármelo muy en serio. Durante un tiempo pensé en cambiarme el apellido por el de mi abuela paterna que es mapuche. Lo único que en español suena muy bien, pero en inglés a ver quién dice eso (risas).

Geraldine Chaplin, su madre, ¿es muy crítica con su trabajo?

Qué va, está muy orgullosa viendo a su hija. Mi madre es muy humilde y es ella la que me pregunta cómo hacer su trabajo. Admiro muchísimo la concentración que tiene, trabaja muchísimo.

Con la familia que tiene, habría sido raro que no terminara en este mundo…

Por eso mismo yo no quería ser actriz. Mandé mi curriculum a varias universidades en EE UU para estudiar periodismo y política internacional, y sólo uno a la Real Academia de las Artes Dramáticas de Londres, la mejor escuela del mundo de interpretación. Si por suerte me aceptaban, me metía actriz.

¿Qué rama del periodismo le atraía?

Soy bastante aventurera y me gustaría algún día ir a zonas de guerra.

Es un poco atrevida…

Tengo un síndrome psicológico que me lleva a hacer cosas que no debo. Cuando estoy pasando por un puente lo  primero que quiero es tirarme, pero no es por suicida (risas).

Cuando la llamaron para participar en Quatum of Solace ¿pensó que le había tocado la lotería?

(risas) Sí. Fue minuto y medio de gloria después de un casting con 1.500 chicas.

¿Cuál sería su papel ideal?

Me gustaría participar en una película donde tenga que montar a caballo, luchar con espadas, usar pistolas… eso tiene que ser una pasada.

De pequeña ¿qué quería ser?

Princesa o Mowgli el niño de El libro de la selva. Imagínate algo mejor: criado por lobos, trepando por los árboles, sin preocupaciones de ropa…

¿Y se ha planteado ir a un reality de superviviencia?

Ni de coña (risas) eso lo hago yo por mi cuenta. Además, los realities están quitando mucho trabajo a los actores y eso no me gusta nada.

BIO. Nació en Madrid  (1986). En cine ha participado en Imago Mortis, Art in Las Vegas y Quantum of Solace, segunda película del nuevo James Bond.