La vuelta a los orígenes

Javier MerinoNOTICIA17.11.2005 - 02:37h
El Fonoll (Tarragona) es un pueblo recuperado por una comunidad de naturistas después de un abandono de más de 50 años. En la comarca se habla ya de milagro.
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«Al principio vivimos muchas precariedades y la persecución administrativa por nuestra condición naturista, pero después de siete años el pueblo está casi acabado y tiene ya 45 cómodos apartamentos». Es el relato de Emili Vives, que resume así lo que en la comarca tarraconense de Conca de Barberà se conoce ya como el milagro de El Fonoll: la recuperación de un pueblo que llevaba 50 años abandonado y la introducción de una nueva filosofía de vida que no había conocido en sus días pasados.«Desde que en 1997 compramos el pueblo, nos pareció un lugar idílico para la práctica del naturismo», reconoce Emili.  No en balde, sus alrededores cuentan con la tranquilidad que proporcionan 160 hectáreas de bosques y prados.

El entorno y las diferentes actividades que organiza la comunidad, como los deportes o la paella vegetariana de los domingos, además de los servicios que ofrece su tienda, restaurante y biblioteca, hacen que la población del municipio (con sólo ocho casas habitadas en invierno) llegue a ser de más 200 personas en verano.

La vida sana

Cientos de personas de todo el mundo llegan en la época estival hasta su camping, atraídos por una forma de vida que irradia simplicidad y felicidad por todas partes. «Procuramos vivir en armonía con la naturaleza, sin ropa siempre que se puede, comiendo alimentos sanos y llevando una vida sin las necesidades de una insostenible sociedad consumista». ¿Quién quiere más?

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