[Festival de San Sebastián 2016]: De padres, hijas y niñatos terroristas

Toni Erdmann salva la decepción de 'Nocturama', de Bertrand Bonello, en la segunda jornada del festival
[Festival de San Sebastián 2016]: De padres, hijas y niñatos terroristas
[Festival de San Sebastián 2016]: De padres, hijas y niñatos terroristas
[Festival de San Sebastián 2016]: De padres, hijas y niñatos terroristas

¿De qué se habla hoy en San Sebastián? De lo majete que parece Ethan Hawke. De las entrevistas que ha cancelado Hugh Grant. Del viento racheado y de la insistente lluvia, custodios donostiarras de las salas de cine llenas. De terrorismo hipster, como el que se ha marcado Bertrand Bonello en Nocturama.  Y de padres e hijas. Como los de Father and Daughter, el corto ganador de un Oscar en 2001 que gustó tanto al estudio Ghibli que le produjeron a su director, Michael Dudok de Wit, su primer largo, La tortuga roja. Pero, sobre todo, del padre y de la hija de Toni Erdmann, una película única. Puede que todas lo sean, pero entonces esta lo es más. 

¿Qué hemos visto?

Nocturama. Con el rechazo de Cannes doliéndole en las heridas llegaba Bonello a la Sección Oficial de San Sebastián. Cualquiera que haya estado atento a las noticias de los últimos años puede entender que los franceses no viesen la necesidad de proyectar esta glamurización del terrorismo juvenil y nihilista. Lo que en un principio puede parecer una película arriesgada y valiente es en realidad bastante cobarde en sus planteamientos. Los niñatos de Bonello, enfants de la patrie desmotivados y cabreados con el sistema, planean y llevan a cabo un atentado como quien se marcha al parque a hacer pellas. Es decir, sin pensarlo mucho. El director de Casa de tolerancia en ningún momento explica cuáles son las razones de estos furiosos adolescentes veinteañeros, demasiado ocupado en buscar el ángulo cool de su historia, musicote y bailes a cámara, chavalitos estúpidos pero bien conjuntados, concept stores y bombas. Hacía tiempo que unos personajes no me caían tan mal. Sin querer profundizar, de refilón, otra película de la jornada, El porvenir, trata este mismo tema con mayor sutileza e inteligencia.

La tortuga roja, Premio Especial del Jurado en Un certain Regard del pasado Cannes, una fábula minimalista y pictórica sobre un naúfrago zen y sus "relaciones" con el pelirrojo quelonio del título. Preciosa y sin diálogos, pero quizás no la mejor opción para el pase de las cuatro de la tarde.

¡Toni Erdmann! En un gesto muy parecido a una procesión, ayer viajé hasta los cines Antiguo Berri para comprobar si esta película de nombre raro es tan especial como todos dicen. Lo es. Inclasificable, a ratos difícil y áspera, con un sentido del humor extraño y absolutamente contagioso, es la historia insólita de un padre empeñado en enseñarle a su hija el mismísimo sentido de la vida. Lo genial es cómo lo hace, claro. ¿Alguien ha dicho dientes postizos y disfraz de Bigfoot?

El porvenir, de Mia Hansen-Love. Mi película favorita de este año. La demostración sin ínfulas de que: 1) ¡Tendría que haber más mujeres contando historias! Y 2) Nadie domina el tiempo en el cine como la directora de El padre de mis hijos. Además, en El porvenir, crónica de una mujer en su madurez que se ve obligada a rehacer su vida, Hansen-Love nos regala, con la ayuda de Isabelle Huppert, uno de los personajes femeninos más dignos y entrañables que hemos visto últimamente.

¿Qué hemos comido? Jamón, arroz con almejas y rodaballo en el Saltxipi. Cortesía de Cigüeñas, la peli de animación con mejor premisa de la temporada: las cigüeñas hace tiempo que ya no entregan bebés; ahora se dedican a la mensajería por internet.

¿Con quién hemos hablado? Con el director de La tortuga roja, un ser tan delicado como sus animaciones. Un japonés encerrado en el cuerpo de un occidental. De ahí, ha explicado, que estudio Ghibli le escribiese una carta proponiéndole producirle una película después de ver su corto Father and Daughter. Como sabiamente aseguró una vez mi compañero Daniel de Partearroyo, "si lo ves te encantará pero te dejará triste para siempre". Pues eso mismo su director. Con Arturo Valls en la comida de Cigüeñas. Para superar tanta tristeza.

¿Qué nos hemos perdido? The Oath, la nueva película de Baltasar Kormákur y María y los demás. ¡Recuperables las dos!

¿Qué esperamos de la jornada de mañana? Dos títulos potentes en Sección Oficial. Que Dios nos perdone, la nueva película del director de Stockholm Rodrigo Sorogoyen, y Lady Macbeth, ópera prima de William Oldroyd.

Conchómetro: Es pronto para emitir veredictos. Se mantiene en runún con Eduard Fernández y El hombre de las mil caras. Además, este año toca que gane peli española, ¿o no?

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