Familias bajo sospecha por hacer trampas. Un ejemplo de ello es L’Hospitalet, donde el Ajuntament investiga a una veintena de ellas que podrían haber mentido en el padrón para obtener una plaza escolar de P3 (hay un total de 2.400 inscritos en 95 escuelas). Este consistorio no es el único que se ha encontrado en los últimos cursos con este problema. De hecho, ya tuvo constancia el año pasado de otros 20 posibles casos, de los que se confirmaron cuatro (los alumnos perdieron su plaza escolar y Educació los reubicó en otros centros).

Esta práctica suele llevarse a cabo en casi todos los municipios, según denuncia el presidente de la Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya (FAPAC), Walter García. Sin ir más lejos, en Sant Adrià se eliminaron del padrón en 2009 a seis familias censadas en la ciudad para beneficiarse de la preinscripción escolar.

Éstas residían en las localidades limítrofes de Badalona y Santa Coloma y habían censado a sus hijos en el domicilio de los abuelos. Agentes de la Policía Local siguieron a las familias durante un tiempo para comprobar que no vivían donde habían declarado hacerlo.

En L’Hospitalet, agentes de la Guàrdia Urbana realizan ahora la vigilancia, como ya hicieron el pasado año. El teniente de alcalde de Educació, Lluís Esteve, remarca a 20 minutos que "la idea no es perseguir a nadie, sino garantizar los derechos de las familias" que padecen un agravio comparativo por culpa de esta práctica ilegal de otros padres.